COFRADEMANIA

domingo, 27 de septiembre de 2009

De la Merced por un segundo

Hace ya demasiados años, una madre caminaba cansada por la calle Merced. En sus manos, un carrito de niño, con su hijo más pequeño descansando de manera plácida en él, sin saber lo que la vida le depararía en un futuro. Agarrados al carrito, sus otros dos hijos, peleando como siempre, discutiendo ignorantes de lo que hacían. Eran niños, y así se comportaban. Caminaban despacio, como quien necesita una inyección de sol para continuar, capturando cada aroma que la brisa traía mientras se dirigían a la Patrona.
No era una familia normal, no era una familia al uso. Diversos problemas, supongo que no distintos del de cualquier familia, atenazaban a la madre, dejándola siempre en una constante intranquilidad. ¿Qué será de mis hijos cuando yo no esté? ¿Quién cuidará de ellos? ¿Dónde encontrarán el cariño que hoy yo les doy cuando falte? Ya les digo, problemas que imagino serán similares a otros, sentimientos que todo padre alguna vez habrá tenido.
Por delante, una calle con nombre de Señora, y una Basílica lejana del centro, un paseo agradable, una sensación de nostalgia contenida. Recuerdo como si fuera ayer a esa familia entrando por la puerta de la Iglesia, bien aconsejados por su madre, en silencio. La admiración del mediano por las iglesias y las imágenes ya estaba latente, ya se percibía en él. Siempre pedía a su madre que le llevara a ver las procesiones, aunque fuera un minuto, aunque fuera en la puerta del Banesto.
Y siempre la madre le regalaba ese minuto que le robaba a su hermano, quizá sin saber que con esos pequeños detalles estaba cambiando la vida de sus hijos. Minutos que luego se recordarían toda una vida. Minutos que son hoy horas de melancolía.
Gustaba esa madre de acercar a los niños a las imágenes. Apenas trece años la mayor, quizá algo más de diez el mediano, dos años menos el que iba en el maldito carrito. Ella, cerca de cincuenta, cansada, se sentó en un banco de la Basílica. E imagino que pediría por todo aquello que preocupa a una madre. Por la educación de sus hijos, por su bienestar. Por las constantes peleas entre ellos. Por una salud para la enfermedad del tercero. Pediría por el siempre necesario dinero, y cómo no, porque no faltara el trabajo en la casa. Pediría por su madre y su padre, enfermos en sus habitaciones. Pediría por los suyos, y nada para ella.
Nada distinto a lo que haría cualquier madre... Con cuidado, agarró al pequeño en sus brazos, y sus otros dos pequeños enfilaron la puerta del retablo que da acceso al camarín de la Merced. Es negra, soltó el mediano, de nuevo, desafiante. Es negra... Un reproche de la madre, una disculpa entornada en los ojos del retoño, y unas escaleras interminables antes de ver a la Virgen. Le llamaba la atención todo, desde el contraste del manto blanco con su tez morena, hasta la cantidad de joyas que llevaba. Le gustó cómo abrazaba a su hijo en brazos, lo mismo que él veía cada tarde en su casa. Le gustó la medio sonrisa de la Merced.
Y antes de irse, una frase de una familia entera agarrada a un manto. Una súplica que seguro hoy repite ese niño cada vez que le vean tocar y besar un manto. Guárdame a mí y a los míos bajo tu manto. Repite bien, hijo. Guárdame siempre a mí y a los míos bajo tu manto. La fe del pobre, el gesto manido que rompe bordados y terciopelos, pero que ese niño, imagino que ya un hombre, seguro que repite en cada dolorosa que ve.
Tengo la estampa de esa madre, con sus tres hijos, bajando la calle Merced, grabada a fuego en mi corazón. Y siempre que me preguntan que por qué soy de la Merced, les digo que lo soy por un segundo. Por un instante. Por una madre, por un gesto que cambió para siempre mi percepción de lo que era una Virgen. La Merced no es otra cosa que una madre para cuando no la tengas. Y una esperanza de poder enfilar algún día, ahora llevando tú de la mano a tus tres hijos, la calle Merced para encontrarte de frente con Ella. Para pedirle que siempre, te guarde a ti, y sobre todo a los tuyos, bajo su manto.
(Artículo publicado en LA VOZ, el 27 de septiembre de 2009. Foto: Esteban)

La hora de Agustín Pina


Presentar a Agustín Pina es innecesario, puesto que es uno de los más prestigiosos restauradores que trabajan en nuestra ciudad, y fuera de ella. De sus manos han salido las ejecuciones de tallas tan importantes como Jesús Nazareno o el Traspaso, así como más recientemente el Señor de las Penas, de los Judíos de San Mateo. Todos estos trabajos son el mejor aval, el mejor currículum que puede presentar este licenciado jerezano, que asumirá en breve la restauración de Jesús orando en el Huerto, ya que así lo han decidido los hermanos de la corporación del Jueves Santo en Cabildo.
Y no es un capricho del candidato Medina Lechuga, ni una decisión precipitada de su Junta de Gobierno. Cuando encargaron el estudio de la imagen a Agustín Pina ya tenían la sensación de que la imagen de Vasallo no se encontraba en su mejor estado de conservación, pero el estudio realizado, con radiografías incluso, ha sido demoledor.
Aunque la mayor parte de las deficiencias de conservación que la obra presenta pueden ser calificadas como leves, existe una que dada su trascendencia sobre la posible estabilidad de la obra hace que la intervención sobre la misma resulte ineludible y urgente.
Dicha deficiencia no es otra que la fractura existente en la pierna izquierda en sentido transversal justo sobre la flexión de la rodilla. El origen de dicha fractura debemos buscarlo en una manipulación indebida de la imagen durante la colocación de los ropajes con los que se viste.
Para permitir la colocación de la túnica es preciso liberar la unión entre los brazos y las manos, para salvar así la unión entre estas últimas y la peña. Esta operación necesita de soltar la pieza que se fija a las rodillas, para, levantando toda la imagen, extraer estos espárragos del hueco y así poder desplazarla hacia atrás y abrir el mencionado hueco.
Realizar el movimiento mencionado resulta laborioso y requiere de la participación de varias personas. Estas complicaciones hacen que normalmente se consiguiese extraer la espiga de los brazos tirando desde la espalda del Cristo, realizando un movimiento de palanca, que tras ejercer presión sobre las piernas y pies de manera reiterada ha terminado por quebrar la pierna izquierda, la más atrasada y por tanto la que más presión ha ido soportando.
No obstante, siendo este el problema más grave de cuantos afectan a la imagen, no es el único que interesa al soporte. En la peña que sirve de apoyo, y que tiene igualmente especial importancia para la estabilidad de la imagen, se pueden apreciar diversas grietas, producto de la apertura de los diversos ensambles.
Y por último, la pérdida de policromía es total en zonas tan visibles como las manos, aunque también se registran suciedades en el pelo y en la cara. Tres meses serán necesarios para que Agustín devuelva a la impactante escultura de la Oración en el Huerto a su estado original, y la hermandad ya prepara con esmero los actos de despedida de la imagen de Vasallo.
(Artículo publicado en LA VOZ, el 27 de septiembre de 2009. Foto: Juan Carlos Corchado)

La Defensión celebra 50 años en el Convento

Parece que fue ayer. Los actos que la hermandad de la Defensión dispuso para la celebración del 50 aniversario de la cofradía fueron de tanta calidad, y la procesión tan extraordinaria, que los tenemos frescos en la memoria. Y a ese mismo nivel quiere estar la cofradía del Martes Santo para conmemorar que llevan junto a los padres Capuchinos 50 años, casi toda la vida de la propia cofradía.
La hermandad ha querido unificar los cultos ordinarios a San Francisco de Asís, que se celebran a primeros de octubre, con los actos extraordinarios que van a llevar a cabo en los próximos meses. Como es costumbre por la calle Sevilla, será un conjunto de actividades formativas y de culto que conseguirán dotar del esplendor y grandeza que la ocasión requiere a este intenso programa de actos que dará comienzo el 2 de octubre
Ese día tendrá lugar el primer día del triduo a San Francisco de Asís, dando comienzo a las ocho y media de la tarde. El último día del triduo, que coincide con la festividad a San Francisco, tendrá lugar a las doce y media de la mañana una eucaristía predicada por sacerdotes de la orden en el Convento Capuchino, y durante el transcurso de la misma se hará entrega por parte de la Hermandad del título de “Hermano Honorario” a la Orden Capuchina
El seis de octubre, a las cinco y media tendrá lugar en el monasterio de la Cartuja una misa solemne en honor a San Bruno, que será presidida por Lorenzo Morant Pons, capellán de la Cartuja.
Tras estas actividades plenamente cultuales, darán comienzo las charlas y ponencias formativas. El ocho de octubre tendrá lugar en la casa de hermandad una mesa redonda que intentará aclarar la evolución propia de la cofradía durante sus cincuenta años de existencia, y a la que acudirán los hermanos mayores fundacionales de la cofradía, así como el director espiritual de la misma y el actual guardián del Convento.
No será la única actividad que organice la hermandad del Martes Santo, ya que está prevista para el 26 de octubre la presentación de un libro que recoge los cincuenta años de historia de la hermandad, en la Academia de San Dionisio a las ocho y media de la tarde.
La hermandad ha diseñado también un ambicioso programa de cultos para finales de octubre, gracias al traslado de la imagen del Santísimo Cristo de la Defensión a la Iglesia del Colegio de la Compañía de María. El reparto de papeletas de sitio tendrá lugar los días 5, 6 y 7 de octubre en la casa de hermandad de siete a nueve de la noche. El traslado de ida tendría lugar el 22 de octubre a partir de las 20.30h, y volvería la sagrada imagen al convento Capuchino a las nueve de la noche del día siguiente.
El 23 de octubre por la mañana el Santísimo Cristo de la Defensión estará expuesto en solemne besapies en la Compañía de María, y a las ocho de la tarde, previo al traslado de regreso de la hermandad a su sede canónica, tendrá lugar una Eucaristía de Acción de Gracias.
Y por si esto no fuera poco, la hermandad celebrará el próximo 30 de octubre a las ocho y media de la tarde una misa estacional presidida por el obispo, y una posterior cena benéfica destinada a la obra social de la hermandad en Los Apóstoles.
(Artículo publicado en LA VOZ, el 27 de septiembre de 2009. Foto: LA VOZ)

José Manuel Medina Lechuga: "Afronto con ilusión y entrega los fines de la hermandad"

Gracias a que presenta desde hace años el programa cofrade de una radio local, es una de las voces más conocidas y respetadas del mundo de las cofradías. Quizá por eso, José Manuel Medina Lechuga vuelve a presentarse al cargo de hermano mayor de la hermandad de la Oración en el Huerto tras cuatro intensos años de trabajo al frente de la misma.
–¿Tras cuatro años al frente de la cofradía, cuáles son los motivos que le impulsan a volver a presentarse a hermano mayor?
–En verdad es el grueso de la Junta de Gobierno la que hemos decidido comenzar una nueva era. El compromiso y el sentido de servicio son, básicamente, las razones que nos han impulsado, no sin meditarlo, a presentarnos de nuevo. Es más, creemos, que no podíamos dejar inacabada esa labor que iniciamos hace ahora cuatro años y ahora que conocemos nuestras limitaciones y con la experiencia acumulada, la afrontaremos con mayor ímpetu. No pretendemos una línea continuista, ni dejarnos llevar por ser ésta la única candidatura sino todo lo contrario, afrontaremos un nuevo reto, el del compromiso ineludible con la Hermandad.
–¿Cuáles han sido los principales objetivos de su anterior legislatura? ¿Se cumplieron?
–En cierta manera sí. Nuestro primordial objetivo fue, como lo es ahora, potenciar la vida de hermandad. Dispusimos de actividades muy diversas y a tal fin, desde las cotidianas, convocamos actividades culturales, nos acordamos de los mayores, reflotamos el grupo joven. Pero como decía, queda camino por recorrer en este aspecto, máxime en estos tiempos difíciles que nos toca vivir. En la labor social, se creó la bolsa de Caridad del Dulce Nombre de Jesús, expresamente destinada a niños necesitados y como no, se trabajó, no sin muchos esfuerzos, con el enriquecimiento de nuestro patrimonio y del altar de insignias. Se ha adecentado nuestra sede. Hemos cuidado de nuestros Cultos con predicadores que le hicieron honor... Muchas cosas, es cierto.
–¿Qué se propone ahora, que retos tiene por delante la nueva Junta de Gobierno de la Oración en el huerto si los hermanos la votan?
–Como comentaba, la unión de todos nuestros hermanos en la vida de la hermandad debe ser el primordial proyecto. Ese será nuestro empeño, integrando cuantos más hermanos, mejor en la vida de hermandad. Para ello, proponemos la creación de adjuntos a la junta y un Consejo consultivo. Todo ello desemboca en una hermandad más viva y con proyección de futuro. A partir de ahí podemos conseguir muchas cosas. Continuar con la mejora del patrimonio, cuidar con esmero la solemnidad de nuestros Cultos y la salida Procesional. En definitiva, afrontar con ilusión y entrega los fines de la Hermandad.
–¿Como abogado en ejercicio que es, cree que se podría flexibilizar este tipo de normativa, o la ve usted adecuada a los tiempos que corren?
–Claro que sí, no ya flexibilizar la normativa, sino estudiar su reforma. Es difícil, siendo reciente su aprobación, y más cuando hay muchas hermandades a las que aún no se les han aprobado sus Estatutos. Existen aspectos trasnochados y sin sentido, para nada acorde a los tiempos. Creo que en muchos aspectos no es una normativa práctica.
–¿Hacer una buena normativa de régimen interno de la hermandad, amén de las reglas aprobadas en el obispado, puede ser una buena solución para los problemas internos de las cofradías de hoy en día?
–Evidentemente, luego está que te las aprueben. Nosotros la presentamos hace meses y aún no esta sancionada desde el Obispado. Creo que es primordial regularnos por reglamentos que vengan a copar las lagunas existentes.
- Compartir sede con la hermandad del Rocío, ser una hermandad céntrica, depender de los padres dominicos para la visita a los titulares… ¿Es la sede canónica de Santo Domingo más un problema o una bendición?
–Es una bendición y a los Padres le estamos profundamente agradecidos. La Comunidad nos abrió su casa sin concesiones hace ya 70 años, formamos parte de ellos, somos una familia, en todos los sentidos. Tenemos nuestra propia capilla en la iglesia, con acceso directo, que más podemos pedir.
–Hablando de sede propia… Hubo un planteamiento de casa de hermandad para el Huerto. ¿Qué quedó de aquello? Es realmente necesaria para la vida diaria de la Oración en el huerto o para la conservación de su patrimonio?
–Eran otros tiempos en los que en la «visita de rigor» salía el tema. Nunca fue una prioridad ni hubo planteamiento serio, ni la pedimos tampoco. En verdad no necesitamos mucho más, quizás un poco más espacio, pero estamos muy confortables en nuestra casa de hermandad. El espacio no va en la mayoría de las veces en sintonía con la real necesidad, como tampoco tiene por que hacer más grande a la hermandad.
–Dentro de las restauraciones que actualmente se están acometiendo, ¿la del paso de salida es una prioridad?
–Si te refieres al misterio, no a medio o corto plazo. Vamos a dedicarnos en estos cuatro años al mantenimiento y mejorar del patrimonio de la Hermandad, con prioridad, la restauración de todas nuestras Sagradas Imágenes Titulares. Hay que continuar con el enriquecimiento del Altar de Insignias, acometer la restauración de la peana y las caídas del palio, eso a vote de pronto. Luego vendrá el manto de la Señora de Confortación, pero esto, como el paso de misterio, lo vemos más como un proyecto que nos va a llevar tiempo, quizás para el 75 aniversario, allá por el 2016.
–¿Por qué su hermandad cambia tan pocos elementos estéticos en la calle? Mismos capataces, mismas bandas salvo catástrofe… ¿Es un sello de la cofradía la continuidad, o se notará la mano de la nueva Junta de Gobierno en la cofradía?
–Por la sencilla razón de que estamos empeñados en asentarnos en un sello y estilo propio. Es difícil, hay que definirse hasta encontrarlo y asentarlo. Por ahora no habrá cambios drásticos pues no hay pie para ello.
–Supongo que su reelección en el cargo seguirá sin afectar a su puesto como periodista cofrade… Usted es un ejemplo a la hora de hablar de respeto entre ambas responsabilidades, y confidencialidad de los contenidos. Explique sus líneas de actuación.
–En los medios cofrades estoy desde mucho antes de ser hermano mayor, y siempre he sabido diferencia ambas tareas, como seguiré haciendo, lo demás sería como atentar contra cualquiera de los principios de una y otra responsabilidad. Estoy al servicio de uno y otro no para servirme de ello.
(Entrevista publicada en LA VOZ, el 27 de septiembre de 2009. Foto: Cristóbal)

viernes, 25 de septiembre de 2009

La devoción de una ciudad

Pasarán los años. Pasarán los políticos, también los ángeles mercedarios - qué suerte tiene Jerez con ustedes, Felipe e Ismael - que ahora mismo la custodian. Pasará su capataz, Martín Gómez. Pasaremos todos, sin duda, pero siempre quedará Ella. Ella, como Patrona y Reina de una ciudad que la adora, que la siente como propia, que se lanza a las calles cada 24 de septiembre para acompañarla durante las tres horas que dura su recorrido. Nuestra Señora de la Merced recordó a todos ayer el por qué de su adjetivo, coronada. Coronada por un pueblo, coronada por su fuerte devoción.
Esa es la principal característica de una procesión que en menos de una década ha conseguido convertirse en un prodigio de tradición, de medidas certeras, de decisiones acertadas. Poco queda ya, nada en el fondo salvo Ella, de aquellas procesiones interminables, con megáfono atronando unos diostesalves que nadie acertaba a rezar por repetidos e innecesarios. Hoy, los Ave María, salen de los balcones al paso acompasado de Nuestra Señora de la Merced, gracias al ímprobo trabajo de una cuadrilla de costaleros que jamás será valorada en su justa medida.
Hoy, las oraciones se dejan para un final espléndido, con una plaza de la Merced rebosante gracias a la temprana hora en la que el pregonero entona sus primeros romances desde el balcón de los padres mercedarios. Hoy todo ha cambiado, y prácticamente no hemos sabido apreciarlo.
Y la culpa, como cada año, la tienen dos ángeles mercedarios, más otro que se nos fue. La cercanía que hoy desprende Nuestra Señora de la Merced nunca sabremos agradecérsela al padre Felipe, que ha luchado contra viento y marea para que la Basílica de la Merced sea la casa de todos. De todos sin excepción. Y si a eso le unimos la sencillez y la preparación de su acompañante, el padre Ismael Maroto, que en breve no tendrá fechas en el calendario para poder predicar cultos de nuestras hermandades, tenemos la solución a una ecuación de difícil solución en otros lugares. Sí, se puede ser cofrade siendo sacerdote. Sí, se puede dejar trabajar a la gente que sabe. Sí, se puede demostrar que se quiere a la Virgen acercándola a los demás.
Pues con estas realidades a flor de piel por la procesión de ayer, es de ley reconocer los méritos de un pueblo que una vez más se volcó con su Patrona. Como se volcó su prelado, José Mazuelos, en el que era el primer contacto serio, si es que alguno no lo es, con la Reina de la Merced, tras el ascenso del Xerez Deportivo. Asistió,presidió y predicó el solemne Pontifical que se celebró en la Basílica a las once de la mañana, donde la alcaldesa, Pilar Sánchez, renovó el voto que tiene la ciudad con su Patrona. Y si intensa fue esa Eucaristía, no lo fue menos la que a la una de la tarde quisieron dedicarle, en señal de acción de gracias, los costaleros a su Virgen de la Merced, con una iglesia repleta y con los sentimientos y nervios palpables a escasas horas de la salida.
La Cruz de Guía esperaba ansiosa a las seis y media de la tarde a que el paso de Nuestra Señora de la Merced se ubicara en su sitio definitivo, y la dirección de cofradía sacó la cofradía de manera brillante de la Basílica recuperando la calle Merced, tantos años perdida a causa de las obras de rehabilitación de Santiago. Se terminó por fin el exilio por la calle Muro, que afeaba notablemente el recorrido, y las hermandades de penitencia y sacramentales, que asistieron puntualmente a la cita, pudieron cumplimentar el capítulo de sus reglas que les invita a asistir corporativamente a la procesión de la Patrona de la ciudad.
Siempre con cierto adelanto sobre la hora prevista, el paso comandado por Martín Gómez ganaba metros sin reparos, demostrando una vez más que ni las marchas, ni los costaleros, ni las bullas, ni las calles estrechas... Lo que hace que una cofradía no ande es la ineptitud de sus dirigentes. Lo que consigue aburrir hasta a las piedras es la lentitud forzada de muchas hermandades, a las que bien les vendría adecuar el ritmo como lo hace la propia Patrona de la ciudad, a la que muchos incluso recriminan el poco tiempo que está ya en la calle. No en vano, y pese a que el recorrido fue similiar al de años anteriores, la vuelta por la calle Merced fue una auténtica fiesta, con las aceras pobladas de un pueblo que espera con ansia cada 24 de septiembre.
Y para finalizar, y como siempre, el fervorín. Ese momento mágico donde la Virgen de la Merced se para, y el reloj se detiene. Ese instante que nos ha deparado recuerdos antológicos de poesía y prosa, y que siempre nos recordará al padre Jesús. Era su momento, y lo seguirá siendo. Así lo entendió el romance de Oscar Torres, que supo hacer un fervorín distinto a los demás. Un fervorín social y comprometido, a la par que jerezano y elegante, que gustó y mucho como colofón a una procesión que ya se ha convertido, pese a su juventud en algunas formas, en un ejemplo a seguir por otras muchas.
Una procesión que ha significado el reencuentro de la Patrona con su Jerez. Una procesión necesaria para que la Merced, que no vive en el centro, compruebe con sus propios ojos que sí, que Jerez siempre la estará esperando.

El recorrido, un auténtico laberinto

Una alarmante ratonera. Un peligro que procesiones tan grandes, de tanta afluencia de público, pasen por lugares así. Sin duda, ese era el comentario generalizado cuando la procesión salía de la plaza de la Merced, ya que le esperaba algunas zonas de dificil acceso de la ciudad debido a las numerosas obras que está sufriendo el casco histórico. Si por un lado la felicidad era grande por recuperar la calle Merced, la preocupación era evidente por no poder pasar por San Marcos debido a las obras que actualmente se están ejecutando en la céntrica plaza jerezana.
Sin duda, la pericia y el buen hacer de la dirección de cofradía facilitó el tránsito del cortejo por esta complicada zona, pese a los previsibles cortes que pudieran producirse al comprimir de tal manera uno de los cortejos más numerosos y anárquicos de nuestras procesiones.
Salvo ese momento, la Merced repitió el mismo itinerario que el año pasado, y que ya se ha formalizado en nuestra ciudad, que le lleva en un primer momento por calles amplias donde poder admirar el maravilloso cortejo y el transitar de la Virgen, y donde se puede congregar el mayor número de público gracias a las amplias aceras que poseen tanto la calle Ancha como la Porvera.
Pero sin duda, cuando anocheció llegaron los momentos más cofrades, los de mayor gusto estético, ya que la cofradía enfiló calles tan propicias para la oración como la Tornería, Francos o plaza San Marcos, mucho más recogidas que las calles anteriores y con mayor gusto cofradiero.
Así que una procesión, como cada año, con matices, con sabores y aromas diferentes en función de la hora y del sitio, lo que no hace otra cosa que engrandecer más si cabe la procesión de la Patrona de la ciudad.
(Artículo publicado en LA VOZ, el 25 de septiembre de 2009.)

El fervorín de Oscar Torres llenó la plaza de la Merced de devoción

Ya no es tan tarde como hace algunos años, y la gente lo agradece. El buen ritmo de la procesión de la Virgen de la Merced consigue que cuando el reloj apenas marca las diez de la noche ya está la Patrona en su calle, lo que conlleva que los fieles entiendan el fervorín como uno de los momentos mágicos de la noche, y no como un tedio incuestionable antes de que se recoja la Virgen. Si a eso añadimos el buen tino que tienen los padres mercedarios para escoger oradores constrastados y cofrades, pues el plato tiene todos los ingredientes preparados para salir apetecible.
Y fue mucho más que eso, porque Oscar Torres, que fue el elegido por los padres mercedarios y que si sigue a este ritmo no tardaremos en ver en las tablas del Villamarta, ofreció un fervorín brillante y vibrante, que aportó como novedad el pregón social, cada vez más consolidado en los atriles.
Porque no se limitó el pregonero en contarnos lo guapa que está la Virgen, aunque también lo hizo. No se contentó Torres Barba con explicarnos que la Merced y Jerez van unidos de la mano desde hace siglos, aunque también lo hizo. No se limitó a decirle guapa a la Señora, aunque vaya si lo hizo. Su fervorín, cargado de intensidad, fue un grito al cielo contra las injusticias que se cometen en nuestra ciudad, y un alegato contra los últimos ataques que está sufriendo la iglesia católica.
Así, y al igual que hiciera el padre Felipe en su carta a la Patrona en la misa de la Descensión, el aborto, la retirada de crucifijos y otros temas de alto interés en la sociedad actual fueron tocados de forma maestra por el orador, que se ganó el respeto y el aplauso del numeroso público que allí se congregó.
Un acierto el de los responsables de la elección, y una consagración evidente la de Oscar Torres, que sin pretenderlo, convirtió el balcón de la calle Merced en un improvisado Villamarta.
(Artículo publicado en LA VOZ, el 25 de septiembre de 2009. Foto: Miguel Angel Castaño)

domingo, 20 de septiembre de 2009

Hoy sale la Virgen de las Angustias

Nuestra Señora de las Angustias continúa siendo el centro del mes de septiembre, al menos hasta que salga el próximo jueves la Patrona de la ciudad. Tras los actos que han tenido lugar en la Capilla del Humilladero en estas semanas, hoy tiene lugar el Rosario de la Aurora con la bendita imagen del Domingo de Ramos por las calles del barrio de San Miguel.
Atrás quedaron los cultos que la hermandad le ha dedicado por la festividad de los Dolores de Nuestra Señora, así como el extraordinario besamanos de presentación de la imagen tras la restauración de la empresa Ressur, de Francisco García Brenes y Francisco Bazán. Atrás quedaros los meses de espera, desde la pasada Semana Santa, cuando la dolorosa tuvo que abandonar su camarín para ser restaurada en la Sala de Juntas de la cofradía.
Ya esta aquí, y será hoy cuando salga en su tradicional Rosario de la Aurora por las calles de la ciudad. Será a partir de las ocho y cuarto de la mañana y la corporación cogerá por Plaza de Las Angustias, Molineros, Sol, Plazuela del Señor de la Sentencia, Pañuelo de la Yedra, Campana, Granados y plaza de las Angustas, donde llegará a partir de las diez de la mañana. Un intenso Rosario de la Aurora que tendrá su mejor momento en el tradicional encuentro con la Esperanza de la Yedra en la Plazuela.
Artículo publicado en LA VOZ, el 20 de septiembre de 2009. Foto: Cristóbal)

El aniversario de la Flagelación


La Hermandad de la Amargura anda estos días perfilando los últimos detalles de la salida procesional de su imagen titular, así como de las conferencias que tendrán lugar para conmemorar los 250 años de la autoría del Señor Flagelado, obra de Jácome Baccaro. Tras el cabildo de la semana pasada, los cofrades del Miércoles Santo son ya conscientes de la magnitud de los actos que tendrán lugar en el primer templo jerezano, así como de las conferencias que se harán para profundizar en la imponente imagen que reside en la parroquia de los Descalzos.
Así, se han querido traer a conferenciantes de privilegio y prestigio para una efeméride tan importante, e ilustres como Sánchez Dalp o Eduardo del Rey Tirado serán conferenciantes de lujo para los cofrades de la Amargura de la calle Medina. Está previsto que el correspondiente ciclo de conferencias dé comienzo el primero de octubre, en una cita con el comendador de la Basílica de la Merced, Fray Felipe Ortuno Marchante, quien fuera pregonero de la Semana Santa jerezana en el año 2006.
Las conferencias tendrían lugar en el salón de actos del Casino Jerezano, en lugar de en la Casa de Hermandad de la Amargura. Esta experiencia ya la puso en práctica, y con un notable éxito, la Hermandad de la Defensión, y la cofradía de la Amargura ha creído conveniente repetir el formato para la ocasión.
La segunda de las conferencias tendrá lugar el 15 de octubre, y la tendrá a su cargo Manuel Bustos Rodríguez, que es catedrático de Historia Moderna de la Universidad de Cádiz y, también, presidente de la Real Academia Hispanoamericana de la capital de la provincia. El investigador José Jácome, estudioso de la obra de Jácome Baccaro, tendrá a su cargo la tercera ponencia el 29 de octubre, e Ignacio Sánchez Dalp, pregonero de la Semana Santa sevillana del año 2006, cerrará este ciclo el próximo 26 de noviembre.
Para terminar, será el 12 de noviembre cuando Eduardo del Rey Tirado, quien fuera pregonero de la Semana Santa sevillana, tenga a su cargo un acto eucarístico en la Iglesia de los Descalzos.
La salida procesional del Flagelado
Será el 24 de octubre cuando el misterio completo de la Flagelación salga a la calle en procesión extraordinaria. Antes,el 19 de octubre, el Señor irá en parihuela hasta la Santa Iglesia Catedral, donde se le realizará el Triduo correspondiente desde el 21 del mismo mes hasta el 23. El sábado 24 de octubre tendrá lugar el Solemne Pontifical presidido por el prelado de la ciudad, José Mazuelos, a la una de la tarde. Posteriormente, cuando el reloj marque las seis de la tarde, será cuando se ponga en marcha una procesión que contará con la colaboración de la Banda de San Juan Evangelista, la juveniel de Triana, y con el misterio completo de la hermandad del Miércoles Santo. La hermandad ha decidido poner papeleta de sitio para ambos traslados solemnes.
(Artículo publicado en LA VOZ, el 20 de septiembre de 2009. Foto: Cristóbal)

Planteo un debate

Todo esto viene porque se ha presentado la nueva dolorosa de la Hermandad del Soberano Poder, o lo que apunta de manera explícita su boceto. También viene al caso porque soy un enamorado del Cristo que ha realizado el mismo escultor, Romero Zafra, para Cádiz. No soy un estudioso de la imaginería cofradiera, tampoco un gran técnico sobre la escultura y el arte en general. Me apoyo más en comentarios de licenciados en Arte, y de grandes conocedores de la materia, así como de mi propio gusto personal, para afirmar que, salvo contadas excepciones, no me gusta lo que se ha hecho en la imaginería procesional de los últimos años en Andalucía.
No es cuestión de comparar tampoco con los grandes imagineros del XVII, o con los grandes genios que tuvimos en el siglo XX, con Ortega Bru o Sebastián Santos a la cabeza, pero donde también destacaban otros artistas como Buiza. Estilos distintos al de Duque Cornejo, al de José de Arce o Martínez Montañés, alejados de la grandiosidad de Juan de Mesa... Pero estilos personales, al fin y al cabo,
Nadie duda de que un Cristo es de Ortega Brú, por ejemplo. Te puede gustar o no, pero sabes que es de él. O que le han copiado, claro. Ya les digo, cuestión de gustos, de estilos, de preferencias, todas respetables, todas sin discusión. Pero me planteo, ahora que la Hermandad del Soberano ha presentado el boceto de su nueva dolorosa, si no sería el momento de corregir ciertos errores de juventud. Errores de falta de dinero, de falta de ideas y de criterios. Porque así se eligieron muchas de las imágenes titulares de nuestras cofradías más recientes, confiando en la pericia de quien trabajaba en serie, sin haber dado un gubiazo en su vida, por el simple hecho de que había realizado para Sevilla tal o cual misterio.
¿Qué son quince años en la historia de una cofradía? ¿Qué devoción puede coger una imagen en ese tiempo? ¿Qué circunstancias personales han podido rodear a la devoción de esa imagen para no poderla cambiar?
Ése es el debate que hoy planteo, si las cofradías de nuevo cuño no podrían aprovechar la oportunidad que la historia les presenta para cambiar de un plumazo su imagen titular, si ésta no tiene el suficiente arraigo o devoción consolidada, o si no cumple con unos mínimos de calidad artística contrastados. Por favor, que nadie se dé por aludido; por Dios, que nadie se sienta atacado, porque es una simple reflexión.
Tenemos en nuestras manos cambiar lo que será el futuro de nuestras cofradías, mejorar algunas de las imágenes de nuestra Semana Santa. Y parece que han llegado artistas capaces de conseguirlo. ¿Por qué no confiar en las inteligentes manos de estos nuevos escultores? ¿Por qué no dejar de un lado ciertos pensamientos arcaicos y reconocer que cuando se fundó tal o cual cofradía se hizo con las premuras del tiempo, con la necesidad acuciante de tener una imagen a la cual poder rezar? ¿Por qué no reconocer que nos pudimos equivocar, cuando no hay un respaldo de siglos por detrás?
Y quien no entienda este razonamiento, que se pase por la parroquia de la Granja, y vea el boceto de la nueva dolorosa de la cofradía. Y que me diga en mi cara si no le apetece tener un misterio completo del mismo artista. Y un San Juan... Y hasta el boceto de su propia madre si hiciera falta. Porque es buenísimo....
(Artículo publicado en LA VOZ, el 20 de septiembre de 2009. Foto: Juan Daniel Carretero)

domingo, 13 de septiembre de 2009

La pesadez del chicharrón

Les pido disculpas porque este artículo se lo tenga que dedicar a este analfabeto que se pone un alzacuellos para salir en los foros de internet. Les ruego disculpen si no les hablo del pregonero, del Vía Crucis, de la restauración de las Angustias o de la actividad que poco a poco va llenando nuestras casas de hermandad. Pero es que el chicharrón, desde chico, me da arcadas, no lo puedo soportar. Las mismas que me entraron cuando vi que un sacerdote, licenciado en teología, con puesto de cierta relevancia en la iglesia local gracias al ejercicio de su ministerio en la iglesia de San Marcos, decía literalmente que Martín y los Martin Boys, (sus costaleros, se lo aclaro) hacían daño a la Iglesia.
No debe ser muy inteligente “El Chicha”, que es como apodan a este ilustre sacerdote de nuestra ciudad, cuando afirmó que Martín Gómez hace daño a la iglesia. Y se queda tan ancho. Tan tranquilo, tan a gusto... Es miembro de Junta de Gobierno de la hermandad de la Cena, es capataz de varias cofradías de la ciudad, ha dedicado los últimos 25 años de su vida a difundir la devoción en Cristo y en María, sea en la advocación que sea, por todas las calles de la ciudad... Ese es el currículum cofrade de este caballero, y resulta que le hace daño a la Iglesia.
No contento con todo esto, el tipo con alzacuellos manchado dice que en el fondo le da igual la Iglesia, que sólo busca la estética (castigaremos a Miguel Angel por hacer la Piedad del Vaticano, tranquilo...), que busca bailar los pasos como en un circo y que es un sacapasos que ha tenido menos gente este año porque el paso es más chico.
Una retahíla de gilipolleces, con perdón de la palabra, que lo único que ha conseguido es que hasta yo me cuestione quién manda en mi Iglesia, a la que he defendido incluso en guerras perdidas de antemano. Una sarta de imbecilidades que no tendría ninguna importancia, si no fuera porque lo ha dicho un sacerdote bajo un nick indecoroso.
Y mi indignación crece y crece cuando este individuo escribe de nuevo otro comentario, con la misma cantidad de faltas de ortografía que el primero, en el que no sólo no rectifica, como seguro le habrán aconsejado, sino que mantiene su teoría mientras dice que las faltas de ortografía son provocadas para aumentar el número de lectores.
De todo esto saco varias conclusiones, desde luego. La primera, que si yo fuera alumno del ISCRA (Instituto Superior de Ciencias Religiosas Asidonense), donde me han dicho que imparte clases este analfabeto, me daría inmediatamente de baja, o solicitaría a quien corresponda que le diera por finiquitada su docencia hasta que aprendiera a escribir, que no es demasiado pedir para un profesor.
Lo segundo que se me vino a la cabeza es que si alguna vez le veo subido en el presbiterio de San Marcos, o de donde sea, este que está aquí dándole a la tecla se irá de la Iglesia, porque no creo en este tipo de sacerdotes. Creo en un presbítero íntegro, que dé confianza a sus feligreses, que los anime y apoye en las dificultades, y les exija rectitud en la oscuridad de la sacristía, y no en un foro de internet. Vamos, que lo que me vaya a decir desde cualquier plataforma no me interesa en absoluto, a menos que rectifique públicamente por sus actos. Y ahora que lo pienso, ni aún así.
Lo tercero que me vino a la cabeza es cómo está el clero, para que nos aferremos con fuerza a los que tienen más de 80 años, por miedo a los que tienen sólo 40 pero piensan como ellos.
Y lo cuarto que me vino a la cabeza mejor me lo callo, porque si no, me pondría a la misma altura que él... Y me darían arcadas.Las mismas que me ha producido leerte, Chicha...
(Artículo publicado en LA VOZ, el 13 de septiembre de 2009. Foto: blog de la Estrella de Dos Hermanas)

sábado, 12 de septiembre de 2009

En las Angustias no hay nada...

Les queda una semana de espera. Así llevan desde después de Semana Santa, mirando un camarín vacío, tapado con un elegante dosel que no permita ver la nada. Ver la nada. Debe ser duro, ver que donde estaba todo, ahora no hay nada. Esa reflexión me hacía el otro día, cuando estuve en la Capilla del Humilladero con mis buenos amigos y hermanos de las Angustias.
Por delante tienen horas de trabajo. Días perdidos, o ganados, según se mire, limpiando la candelería, colocando las estructuras, arreglando puertas, maderas, hierros. Todo, sin un referente, sin un claro faro que guíe los pasos de los cofrades del Domingo de Ramos. Entendí ahí, por mucho que no esté de acuerdo con ellas, las palabras que fray Ricardo de Córdoba pronunció en los Veranos Nazarenos. Es que una iglesia sin imágenes es una cochera. Al no estar tampoco el Santísimo, el grupo de mayordomía había hecho de la iglesia de las Angustias su propia casa, su propio taller de reparaciones, de montaje.
Porque no hay nada. Nada sin Ella. Todo está vacío. Todo está muerto. Conozco pocas casas donde su presencia se haga más palpable que allí. Conozco pocos lugares donde la magia se haga más latente que en la Capilla del Humilladero.
Y conozco bien la casa, porque he tenido las llaves. Fueron intensos meses de convivencia entre mi hermandad del Santo Crucifijo y las Angustias cuando cerraron San Miguel. Meses donde nos dimos cuenta del material del que están hechos los cofrades del Domingo de Ramos; gente abierta, sin complejos, con un alto sentido del compromiso y de la convivencia. Jóvenes a los que no les asustan los retos, que han entendido que por los malditos giros del destino, el presente de su cofradía le corresponde a ellos. Han sido cuatro años de mandato, y se repetirán otros cuatro más. Desde los veinte a los treinta, la juventud perdida o, de nuevo, ganada, según como cada uno quiera mirarlo.
Y aunque ya lo sabía, esta semana recordé que es ganada con total seguridad. No debe ser casualidad que la hermandad de las Angustias esté rodeada de jóvenes, cuando tienen una Madre que acuna a su Hijo, recién muerto, pero próximo a vivir para siempre así, abrazado en el seno de su Madre. El sueño de todo joven, supongo, vivir pendiente de su madre, arropándola, mimándola, haciéndola sentir la más grande de todas las mujeres, la más bella, la más hermosa, la más sabia.
No hay amor de verano que se compare con el amor de una Madre, por lo que no debe pesarles a los cofrades de las Angustias el tiempo que pasan en su Capilla junto a Ella. Todo eso pensé, mientras miraba el espectacular altar que están montando para su próximo besamanos, el que devolverá al culto a Nuestra Señora de las Angustias. Y me alegré de que una hermandad, sin hacer mucho ruido, haya conseguido unir de por vida a un grupo de amigos que se conoció allí, que supo resolver sus problemas allí, que se enamoró allí, que aprendió allí. Me alegré de que todo pasara allí.
Y me di cuenta de que la magia dependía de la que ahora mismo descansa en la Sala de Juntas, esperando impaciente a ser presentada en sociedad de nuevo, más guapa que nunca, tras la restauración de Paco Bazán y García Brenes. De Ella, de su mirada, de su presencia. Sin Ella, no hay nada en las Angustias. Sin Ella, la Capilla del Humilladero se convertiría, y cito textualmente a un sacerdote, en una cochera.
Así que seguid trabajando. Seguid, porque os queda muy poco para que Ella os vuelva a abrazar para remitir vuestro cansancio. Qué suerte tenéis de tener esa Madre...
(Publicado en LA VOZ, el 06 de septiembre de 2009.)

Francisco Ramírez Martín, nuevo capataz de la Esperanza

Aunque no es este blog una pretensión de dar primicias, alguna se ha producido en las páginas del mismo... El nuevo capataz de la Esperanza es Francisco Ramírez Martín, el hijo de Jesús Ramírez, que se hará cargo los próximos cuatro años del martillo de la dolorosa de la Plazuela. Asimismo, Miguel Angel Jaén continuará al frente del martillo de la Sentencia, y se hará cargo del paso del Rosario de la Yedra.
Los cambios también se producirán en el acompañamiento musical en la hermandad de la Madrugá, ya que el Nazareno de Rota acompañará al Rosario de la Yedra en octubre, la Estrella de Dos Hermanas será la que toque tras el misterio de la Sentencia, y la banda de música de Guadalrosal será la que acompañe a la Esperanza de la Yedra.