COFRADEMANIA

lunes, 15 de noviembre de 2010

Buena mano, don José...


Me dicen que igual no hay reprimenda para los hermanos mayores. Que todo queda en una simple corrección fraterna, con el consiguiente respaldo al decreto que ya firmara hace semanas permitiendo que las cofradías estuvieran hasta las tres de la tarde en la jornada del Sábado Santo en la diócesis. Me dicen que igual hasta anuncia una procesión extraordinaria, un Santo Entierro Magno quizá, una Magna de Palios aventuran otros... También me cuentan que no, que dará su brazo a torcer y que habrá cofradías por la tarde. Unos aseguran que será él quien la decrete. Otros, que lo dejará en manos de Muñoz Natera...
Cada uno cuenta la película como quiere, pero lo cierto es que José Mazuelos tiene en vilo al Jerez cofrade, y que no será hasta mañana cuando los hermanos mayores sepan para qué se les ha convocado en el Auditorio Juan Pablo II. En cualquier caso, buena mano, don José. Que para obedecer estamos...

domingo, 14 de noviembre de 2010

Posiciones indignas de un Pleno

Sorprende que todos, salvo uno, hayan firmado el documento que solicitaba un pleno extraordinario para hablar del Sábado Santo. Pero lo realmente desconcertante es que las votaciones casi se repitieran cuando el voto fue, a petición cabal del hermano mayor del Santo Entierro, secreto. En sobre cerrado, con la posibilidad de elegir papeleta, sin firma, sin que nada ni nadie pudiera saber jamás tu elección.
Sorprende, porque es rara la ocasión en la que los hermanos mayores se ponen de acuerdo para algo, todo hay que decirlo. Y me parece indignante que luego alguno se quiera saltar esa unidad. Es indigno del sillón que ocupa que un presidente, ante la unidad de los hermanos mayores, ante una votación que se gana no con mayoría, sino con aplastante mayoría, diga públicamente que no respalda la decisión del pleno, y que se limita a cursar la petición a la Casa de la Iglesia. Es indigno que diga que está únicamente de parte de su obispo, dejando entrever por tanto que las hermandades igual no, cuando un presidente debe situarse siempre, repito, siempre, al frente de las cofradías. Y si no se siente capaz de hacerlo por motivos laborales, morales, religiosos, económicos o de cualquier otra índole, debería dimitir en el mismo momento que cursa la misiva al Obispado. Por dignidad.
Pero igual de indignante me parece que los hermanos mayores no se lo hagan ver al presidente de la Unión de Hermandades. Que se pierdan en batallas cuando tienen la guerra delante. Que pidan un pleno extraordinario para debatir el Sábado Santo, porque así lo pidieron, para que luego se reduzca a firmar, con todo el trabajo ya hecho, con la débil excusa de no opinar nada para que los medios no manipulásemos la verdad. La única verdad es que los periodistas no entran en los plenos, y si sabemos lo que pasa, será porque alguien nos lo cuenta. Y mal iremos si nuestros máximos dirigentes no son capaces de debatir sin pelear. Mal iremos si son capaces de ir al Obispado a escuchar a Mazuelos, sin antes convencer a Natera de que esté con ellos. Mal iremos...
(Artículo publicado en LA VOZ, el 14 de noviembre de 2010)

La hora del Sábado Santo


«Ya hemos hablado de que creemos que la inexistencia de procesiones en Sábado Santo termina devaluando la importancia de este día y, como consecuencia, muchos fieles terminan de prescindir de la celebración más importante de nuestra fe: la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo». Así de claro lo afirman los hermanos mayores en el escrito remitido al obispo de la ciudad tras el pasado pleno extraordinario. Están convencidos de que Jerez necesita, por razones litúrgicas, sociales, culturales, económicas y religiosas un Sábado Santo, pero no el ideado desde el Obispado, sino uno vespertino.
El prelado de la ciudad, monseñor Mazuelos, sorprendió hace escasas fechas al cambiar un decreto que se mantenía en vigor desde 1984, cuando la hermandad del Santo Entierro pasó a engrosar las filas del Viernes Santo en la última posición de la jornada. Este decreto dejaba sin validez uno anterior, firmado por el cardenal Bueno Monreal en 1956, que permitía las procesiones en Sábado Santo. De hecho, la hermandad del Santo Entierro organizó en aquella ocasión un Santo Entierro Magno, con la incorporación de varias hermandades al cortejo procesional de la cofradía del Calvario.
Los hermanos mayores, ante la acusación del máximo dirigente de la Piedad de insolidaridad -ya que, según el escrito que han elevado a la Casa de la Iglesia, «el obispo le había indicado que denotaba un escasísimo apoyo a la petición de la hermandad llegando a señalar que sólo la hermandad me da los pro, todos los demás me dan contras»-, exigieron la celebración de un Pleno extraordinario. Aunque eran necesarias tan sólo 14 firmas de los hermanos mayores, la realidad se impuso. Nadie quería que la culpa de que no hubiera Sábado Santo fuera de ellos. Todos, salvo uno, firmaron la celebración de pleno.
Había incertidumbre entre los hermanos mayores, porque no sabían cuándo ni cómo celebraría Manuel Muñoz Natera el Pleno. Y, como siempre, el presidente sorprendió, ya que la respuesta fue fulminante. En pocos días se celebraría un pleno extraordinario, y los hermanos mayores se pusieron a trabajar a destajo para elaborar un escrito que debía contener las razones litúrgicas, pastorales, económicas, sociales e incluso históricas para avalar la solicitud de la hermandad del Santo Entierro. La idea es clara, cambiar el decreto que ha firmado José Mazuelos, en el que alega motivos litúrgicos para permitir la salida procesional del Santo Entierro, pero en la mañana del Sábado Santo, y no en formato vespertino.
Esta sorprendente decisión fue recibida con escasa ilusión por los hermanos de la Piedad, que veían limitadas sus aspiraciones de crecimiento como corporación. Si el Viernes Santo les obliga a recogerse a las cuatro de la mañana, el Sábado Santo les obliga a salir temprano en una jornada que es laborable y que acumula mucho cansancio en las piernas de los cofrades de la ciudad.

Las claves de la jornada
El escrito presentado por los hermanos mayores no se limita a apoyar las necesidades del Santo Entierro, sino que abre las puertas a la celebración de un Sábado Santo con otras cofradías que se pudieran ir incorporando, algo que desde el Consejo y desde el Obispado no se vería con malos ojos en caso de que Mazuelos este martes diera su brazo a torcer. De hecho, el escrito, en su punto cuarto, responde abiertamente estas cuestiones, asegurando que «no pasaría absolutamente nada porque sólo realizara su Estación de Penitencia la hermandad del Santo Entierro tal como hemos podido comprobar que pasa en muchísimas ciudades españolas. También hemos de decir que creemos que lo recomendable sería, como nuestra experiencia nos demuestra, que el número de hermandades en la calle no fuera sustancialmente inferior al de cualquier día de nuestra Semana Santa».
Los hermanos mayores muestran una comparativa de otras localidades, no sólo de Andalucía, donde se celebra el Sábado Santo por la tarde. Las más cercanas son las referencias básicas, ya que el Sábado Santo en Sevilla está más que consolidado y en Cádiz el año pasado el obispo Ceballos voló por los aires el acuerdo firmado por Obispos del Sur, aquél al que en repetidas ocasiones hizo referencia Juan del Río para no ceder ante las aspiraciones de los cofrades de tener un Sábado Santo en Jerez.
Los hermanos mayores se atreven incluso a aventurar que habría cofradías que en un futuro podrían incorporarse a ese día. También hablan de las nuevas hermandades que van poco a poco engordando la nómina de cofradías que podrían hacer estación de penitencia a la Catedral en Sábado Santo. La realidad, con todo, es que a principios de esta semana se ha ubicado a la hermandad de la Paz abriendo el Lunes Santo. Sin embargo, los hermanos mayores firmantes, todos menos uno, se apoyan en la Pastoral de los Obispos del Sur para las Hermandades y Cofradías, que dice «las procesiones que permiten a los fieles contemplar los misterios de la Pasión de Cristo y los dolores y soledad de la Virgen María pueden ser muy adecuadas también el Sábado Santo». Los hermanos mayores afirman convencidos que «los misterios de la Pasión de Cristo y los dolores y soledad de la Santísima Virgen son casi todos los que desfilan en la Semana Santa, puesto que la Pasión de Nuestro Señor comienza en el Huerto de los Olivos y termina en el Sepulcro», desmontando con esta afirmación la teoría de que tuvieran que salir únicamente los titulares que tuvieran a Cristo muerto en cruz o siendo trasladados al sepulcro.
Pues con estas razones y con el «apoyo a la petición de la Hermandad del Santo Entierro de realizar su estación de penitencia en la tarde del Sábado Santo en horario adecuado a sus posibilidades y con la menor interferencia posible con la celebración de la Vigilia Pascual», los hermanos mayores irán el martes al Obispado. A obedecer lo que finalmente dicte Mazuelos.
(Artículo publicado en LA VOZ, el 14 de noviembre de 2010. Foto: Esteban)