COFRADEMANIA

domingo, 7 de diciembre de 2008

Una noche en la Opera

No sé si ustedes han vivido alguna vez una noche en la ópera. Si no es así, les aconsejaría que se olvidaran de tópicos que hablan de público mayor, generalmente de perfil económico medio-alto, culto y resabiado. La ópera es hoy por hoy para casi todo el mundo, con precios más ajustados que los de hace algunos años, y viviendo un momento de esplendor en cuanto a intérpretes y producciones.
Esta semana he estado en Valencia, viviendo una de las noches más especiales que recuerdo. Plácido Domingo cantaba el rol de Orestes, de Iphigenie en Tauride, y hasta el Palau de las Arts de la capital valenciana me desplacé expresamente para verlo. Soy habitual de las producciones líricas del Teatro Villamarta, y he tenido la suerte de estar en el Teatro Real, o en el Met de Nueva York, donde siempre recordaré la ópera Turandot, de Puccini, con producción de Franco Zeffirelli.
Pues hombre, no les mentiré. Esta ópera no estaba al alcance de cualquiera, por distancia en kilómetros, y por precio de la entrada. Pero ver al gran Plácido Domingo en directo es una satisfacción que siempre recordaré, y realmente el Palau de Valencia es uno de los escenarios más importantes del mundo. Y cuando lo que se vive, se disfruta, es realmente bueno, el costo pasa a ser secundario.
Por cierto, que nuestro Ismael Jordi estuvo espléndido. A su mejor nivel... La crítica a nivel nacional así lo destacó. A ver si lo terminamos de valorar por nuestra tierra...

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