COFRADEMANIA

lunes, 29 de diciembre de 2008

La Navidad de Taizé


Seguro que les resulta familiar la colina de Taizé, esa eterna primavera en palabras del Papa Juan XXIII. En la Borgoña francesa se erige una pequeña colina, a escasos diez kilómetros de Cluny, donde un hombre soñó que todos los cristianos podíamos vivir unidos. Esa sensación realmente nació en Ginebra, donde nació, y le acompañó durante toda su vida de vocación y oración.
No seré yo quien les relate aquí la vida y milagros del hermano Roger, y digo abiertamente lo de milagros, porque para muchos ese hombre marcó un nuevo camino a recorrer para todos los creyentes del mundo. En pocas ocasiones una personalidad seduce de esa manera a propios y a extraños, convirtiendo las diferencias entre culturas en puntos de acercamiento y profundización fundamentales para conseguir el complicado objetivo de unir, trenzando caminos entre las diferentes religiones en torno a Jesús, el Cristo.
Durante su vida, muchas dudas y una clara evolución, dejando de lado el acercamiento y cuidado de los más desfavorecidos de la II Guerra Mundial para pasar a convertirse en un ídolo de masas, un nuevo profeta en tiempos donde la palabra y la acción son más necesarias que nunca. Y por supuesto, sin él quererlo. En muchas ocasiones, el hermano Roger se maravillaba del milagro que veía cada semana en la pequeña comunidad de Taizé, cuando miles de jóvenes llegaban desde todas las partes del mundo para unir sus culturas y religiones en torno a cánticos repetitivos y melódicos, en tres sesiones diarias. Venir desde Mejico, España o Polonia hasta Taizé, para rezar... Ese era el milagro.
Pues el milagro, años después del asesinato del hermano Roger cuando tenía noventa años a cargo de una desequilibrada en la oración de la tarde, continúa. Ese milagro sigue vivo, y Taizé sigue siendo esa fuente fresca para una Iglesia cada día más apagada y abducida por los nuevos valores de la sociedad actual.
Tuve la suerte de alojar en mi casa a uno de los hermanos de la comunidad, el hermano José Ramón, que me enseñó en épocas muy difíciles de mi vida que para superar los problemas había que tener una alegría serena y paz interior de corazón. Y con él estuve hablando largo y tendido sobre los encuentros que cada año se hacían por todos los lugares del mundo, en pequeñas escalas de peregrinaciones de confianza a través de la tierra.
Porque yo soy uno de los que ama Taizé. Uno de los que ya no entendería su catolicismo y cristianismo sin el espíritu del hermano Roger. He tomado las uvas por todo el mundo, fui a Taizé en viaje relámpago para asistir en primera persona al funeral del hermano Roger, y he confiado en la unidad de los cristianos por ciudades tan dispares como Varsovia, Milán, Ginebra, Hamburgo, Budapest, París o Montreal. Siempre de la mano de un buen amigo, que descubrió que su vida no estaba en Granada construyendo autovías, sino en Nueva York, planificando rutas para los más pobres de África.
Todo eso he descubierto gracias a Taizé, ese milagro que está en la Borgoña francesa. Lo mismo que imagino que habrán descubierto los amigos del Soberano Poder, que cada año repiten la experiencia y a los que puedo asegurar, y de primera mano, que se espera con cariño por la Colina cuando Julio está muriendo. Y lo que viviremos en Sevilla en mayo, en una nueva etapa de esta peregrinación de confianza a través de la Tierra.
Y sobre todo, he descubierto que la Navidad no es un carrito de la compra lleno del Corte Inglés, ni una cerveza fresquita o una zambomba en Rivero. He descubierto que la Navidad se puede vivir aun estando solo, porque el Niño Dios nace en los corazones de los más necesitados.Y todo esto te lo quería contar hoy, porque esta es la primera Navidad que paso en Jerez desde hace diez años.
(Artículo publicado en LA VOZ, el 28 de diciembre de 2008)

jueves, 25 de diciembre de 2008

Una luz capaz de iluminar el Mundo

Feliz Navidad. A todos sin excepción, porque el Niño Dios nació en un pesebre para toda la Humanidad. Así que es turno de que nosotros, los que nos llamamos cristianos, creamos firmemente que un mundo mejor depende de nosotros, de nuestras iniciativas e ilusiones. Que nadie nos robe la intención de colaborar con pequeñas acciones a que el mundo sea más solidario, más justo y cargado de esperanza.
Hoy es el día en que todos debemos darnos la mano, y acudir humildes a adorar en los pesebres cotidianos a los que nacen sin nada, a los que viven sin nadie. Es día de felicidad en familia, pero también de acordarse del que la perdió. Es sin duda una jornada en la que todos debemos ser partícipes de esta gran fiesta que es la Natividad de Cristo, y que celebraremos hasta el próximo seis de enero.
Por tanto, para todos sin excepión, Feliz Navidad. Que el alumbramiento de Jesús, el Cristo Resucitado, remueva nuestros corazones y nos acerque a un nuevo año cargado de felicidad, amor y salud.
Vamos a Belén, que cuentan que ha nacido una luz capaz de iluminar al Mundo... ¿Nos la vamos a perder?

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Si te encuentra la Esperanza



Madrid. 18 de diciembre. Y sí, aquí también es la festividad de la Esperanza. Porque la Esperanza, como bien dice el refrán, es lo último que se pierde. Da igual que estés en Jerez, Sevilla o en la capital de España. Los que somos devotos de la Esperanza, lo somos en cualquier lugar del mundo. Así que cada dieciocho de diciembre miramos hacia nuestro corazón, que es donde puedes encontrar siempre a la Virgen, para darle gracias por tener una de las advocaciones más perfectas que jamás se inventaron.
Porque no lo podemos negar, siempre hemos acabado acudiendo a suplicar un último aliento, un nuevo empujón que nos acerque a los objetivos fijados. Por muy autosuficientes que seamos, siempre tenemos un momento de debilidad en el que creemos que no podemos más, que no tenemos fuerzas para seguir. Problemas personales, familiares, laborales o de otra índole pueden llegar a hacernos creer que todo está terminado, que no hay manera de seguir adelante con los proyectos que teníamos en mente. Y por eso, siempre es bueno que tengamos una Esperanza a la que agarrarnos con fuerza y decisión. Una madre, que nunca nos deje solos en el camino.
Y luego, pues le ponen ustedes el apellido que quieran. Le pueden decir Esperanza de la Yedra, y entonces les llegará una brisa de hierbabuena por el balcón de su casa, mientras su cara del color de las aceitunas inunda con pasión tu mirada, tus sentidos. Ese aroma a nardo y canela que sólo se huele por la Plazuela, cuando la Virgen encara las Puertas del Sol y se entrega a un barrio que la espera impaciente cada mañana del Viernes Santo, cuando las fraguas están ya remitiendo.
O le pueden decir de San Francisco, y entonces un aire de misticismo, romanticismo y misterio se apoderará de sus lamentos, para arroparlos con una nana silenciosa, cantada bajito, como sólo una madre sabe cantar a su hijo para que se duerma. Esa cantinela suave y cariñosa que calma tempestades. Ese momento íntimo que sólo sabemos valorar los que algún desafortunado día lo perdimos. Esa mirada perdida desde un convento céntrico del Jerez antiguo que es mirada de ternura.
También pueden decir que es expectación de María, y entenderán por qué los cofrades de la avenida no saben contentarse con la portentosa estampa del Cristo de la Defensión, y necesitan de la mirada dulce de su Virgen de la O para completar el gran misterio de su fe.
Pueden llamarla como quieran, les decía. Incluso como hago yo cuando la Yedra me abandona cada Madrugá para que pueda fundirme con mi ruán y esparto, y paso a llamarla Esperanza Macarena. Porque con mi ingreso en esa cofradía de Sevilla saldé una deuda que habla de enfermedades, y de rezos, y de esperanza, y de una mujer que sacrificó su vida por la de otros, y que me enseñó a amar la Semana Santa desde la puerta del Banesto de la Rotonda de los Casinos. Y salir con la negra túnica que llevó mi padre una vez de su Cristo de San Miguel, y la medalla de la Macarena en algún sitio escondida, no hace sino reafirmar mis creencias y mis propias raíces.
Así que llámenla como quieran, pero por nada del mundo dejen de lado a la Esperanza, porque Ella nunca les abandona a ustedes. Será siempre la centinela y guardiana de sus peores momentos, el bastón fuerte donde poder apoyarse y la llave que abrirá los portones donde se esconden las mejores soluciones.
No la olviden, pero si se les ocurre hacerlo, tampoco se preocupen. Ella saldrá a su encuentro, estén donde estén. Como ha hecho hoy, 18 de diciembre, conmigo, en la Colegiata de San Isidro de la capital de España. Aparecerse, como por arte de magia, para recordarme que Ella es, ante todo, Esperanza. Y en Madrid, también Macarena.
(Artículo publicado en LA VOZ, el 21 de diciembre de 2008)

lunes, 15 de diciembre de 2008

Hermandad o negocio...


Todavía no hemos hecho cuentas por San Miguel de la zambomba que tuvimos el pasado sábado al mediodía. O si las han hecho, yo no me he enterado. Pero el día fue redondo en la Casa de Hermandad del Santo Crucifijo. Otros años ha habido siempre gente, pero el cambio de horario de la zambomba resultó un aliciente para que los hermanos se volcaran con esta tradicional cita de diciembre en nuestra corporación.
Ver la barra llena de hermanos trabajando, las mujeres regalando los guisos que luego se venderían, el patio de la casa lleno a rebosar, las bromas entre todos nosotros, los agobios de algunos, las invitaciones de otros... Sin duda, uno de los días más interesantes de cuantos he podido vivir en mi casa. Así que gracias a todos por recordarme que una zambomba se hace, principalmente, para cantarle al Niño Dios en familia, y no para ganar dinero a costa de vender la iniciativa a un bar. Gracias a todos por dar sentido a estas fechas navideñas, que alguno hace tiempo que perdimos la ilusión por muchas cosas. Y con ratos así, es como sin duda se recuperan.
Foto: Javier Fernández (www.lavozdigital.es)

domingo, 14 de diciembre de 2008

Nunca un silencio dijo tanto

Es curioso, muy curioso. Estamos rodeados de grandes comunicadores, de encantadores de serpientes que nos venden las gestiones de sus cofradías como si fuera la campaña política de Obama en América. Actualmente buscamos para nuestros dirigentes perfiles preparados, con grandes dosis de diplomacia y cultura, políticamente correctos y que sepan a la perfección qué hacer ante situaciones adversas, amén de saber de cofradías, bandas, flores y gusto estético. Y me paro en esto último, porque si lo analizamos, los cofrades tenemos una estética heredada que, con honrosas excepciones como puede ser el palio de la Concepción de Sevilla, no nos permite salirnos de lo convencional. Así que por gusto estético entendemos en esta región de Andalucía copiar y fusilar lo ya hecho durante siglos. Así nos va...
Esto es lo que buscamos para que nos represente, al nivel que sea. Y no está mal la elección, dicho sea de paso. Pero el homenaje que se le rindió el pasado martes al bueno de Manuel Mesa Román, más conocido como Manolito el del Huerto, y probablemente la cercanía de las Navidades, que ablanda todos los corazones, me hizo reflexionar sobre el valor del silencio.
Porque nadie habrá escuchado nunca nada de la boca de Manolito. Absolutamente nada. Y sin embargo, lo dice todo. Absolutamente todo. Si le preguntas por cualquier hermandad, se lleva una mano a la boca, y te lanza besos, exaltando de la manera más emocionante las virtudes que toda cofradía tiene, para luego, imitarte el Cristo al que le tienes una devoción particular (a mí, por ejemplo, siempre que me ve me pone los brazos en cruz, imitando la postura de Uno que cuelga en San Miguel y en el cabecero de mi cama). Y se los sabe todos, conste. Manolito se sabe todas y cada una de las hermandades de las que somos los cofrades de Jerez.
Sin embargo, la figura de Manolito el del Huerto ha trascendido de las cofradías. Su estampa se ha agigantado, mostrando a la sociedad jerezana los verdaderos valores que los cofrades deberíamos tener: amor, solidaridad, verdad, compromiso, alegría, y otras tantas que sería interminable enumerar.
Por eso me gustó la presencia de la primera autoridad de la ciudad, Pilar Sánchez, en el homenaje a Manolito el pasado martes en Curtidores. Y más me gustó ver que el resto de fuerzas políticas de la ciudad quisieron unirse a este homenaje, dando una imagen de unidad ante la grandeza de la simplicidad de este querido cofrade. Y me gustó ver que muchos hermanos mayores mayores quisieron acompañar al Consejo en el mejor acto que nunca se ha hecho en la sede de la Unión de Hermandades. Y que los compañeros de todos, repito, todos los medios de comunicación quisieran cubrir el evento, y que la familia de Manolito nos permitiera hacerle este sentido homenaje.
También me gustó el Belén de Juan Mateos, impresionante, y que se tuviera la delicadeza de presentarlo después del reconocimiento público al cofrade del Huerto, y me emocionó la carta de Juan Infantes destacando los valores y virtudes de Manolito, compartí con la Junta de Gobierno de la hermandad que preside José Manuel Medina Lechuga la papeleta de sitio número uno perpetua que se le entregó, así como su nombramiento como hermano de honor de la cofradía del Huerto y las palabras de Juan Jacinto del Castillo, calificando a Manolito como el verdadero Rey Mago de las hermandades de Jerez. Un gesto que hasta Sus Majestades Melchor y Baltasar, presentes en el acto, aplaudieron.
Me gustó todo esto el martes. Y me gustó la sonrisa de Manolito. Y el beso que fue dando a todos los que estuvimos. Y lleva razón la alcaldesa... Es un beso que quita todas las preocupaciones.
(Artículo publicado en La VOZ, el 14 de diciembre de 2008. Foto: Juan Carlos Corchado)

domingo, 7 de diciembre de 2008

Una noche en la Opera

No sé si ustedes han vivido alguna vez una noche en la ópera. Si no es así, les aconsejaría que se olvidaran de tópicos que hablan de público mayor, generalmente de perfil económico medio-alto, culto y resabiado. La ópera es hoy por hoy para casi todo el mundo, con precios más ajustados que los de hace algunos años, y viviendo un momento de esplendor en cuanto a intérpretes y producciones.
Esta semana he estado en Valencia, viviendo una de las noches más especiales que recuerdo. Plácido Domingo cantaba el rol de Orestes, de Iphigenie en Tauride, y hasta el Palau de las Arts de la capital valenciana me desplacé expresamente para verlo. Soy habitual de las producciones líricas del Teatro Villamarta, y he tenido la suerte de estar en el Teatro Real, o en el Met de Nueva York, donde siempre recordaré la ópera Turandot, de Puccini, con producción de Franco Zeffirelli.
Pues hombre, no les mentiré. Esta ópera no estaba al alcance de cualquiera, por distancia en kilómetros, y por precio de la entrada. Pero ver al gran Plácido Domingo en directo es una satisfacción que siempre recordaré, y realmente el Palau de Valencia es uno de los escenarios más importantes del mundo. Y cuando lo que se vive, se disfruta, es realmente bueno, el costo pasa a ser secundario.
Por cierto, que nuestro Ismael Jordi estuvo espléndido. A su mejor nivel... La crítica a nivel nacional así lo destacó. A ver si lo terminamos de valorar por nuestra tierra...

Buscando un Refugio...


Creo en las nuevas hermandades que van saliendo, porque creo en la Divina Providencia y en el trabajo bien hecho. En ambas cosas casi por igual, aunque reconozco que la balanza todavía, y espero que por muchos años, se inclina más por lo divino que por lo humano. Confío en ellas porque están asumiendo un protagonismo inusitado en la última década, y posiblemente todavía nadie haya hecho un análisis profundo sobre el cambio drástico que nuestra Semana Santa está experimentando con la llegada de hermandades como la Clemencia, el Soberano Poder, el Consuelo, la Redención o ahora la Paz.
Sin duda, las hermandades de nueva creación están asumiendo unas competencias que no serían de recibo si las cofradías más antiguas y con más solera de la ciudad no pasaran por una sonada crisis de ideas, dinero y personas. Y si profundizáramos algo más en esto, la verdad que no sabría decir cuál de las tres es más preocupante, pero lo cierto es que muchas de nuestras más arraigadas cofradías no son sino la sombra del esplendor que viven el día de su salida procesional, por mucho que nos duela reconocerlo públicamente.
Pues en medio de este desierto cualitativo y cuantitativo, apareció como un oasis hace ya más de una década la hermandad de la Clemencia, con las bendiciones del que era obispo de la ciudad, Rafael Bellido Caro, y la incertidumbre del resto de las cofradías jerezanas, que hablaban de imposibilidades geográficas y monetarias para ser una hermandad siquiera de media tabla, permítanme el simil futbolístico. Hoy en día, a la Clemencia se la distingue como una de las hermandades con más categoría a la hora de preparar el Vía Crucis, con un paso de misterio a la altura del mejor de Jerez, una imagen titular popular y carismática y un cortejo de nazarenos que ha servido de ejemplo incluso para las cofradías más serias de la ciudad, gracias a su compostura y elegancia, y sobre todo, gracias a la velocidad de paso de esta cofradía del Martes Santo, que situó el Polígono de San Benito más cerca de la Carrera Oficial que muchas barrios a los que se llega por la calle Francos.
Abrió el camino la Clemencia, y muchos otros cogieron el testigo una vez pasado el estallido que supuso su primera incursión en la Carrera Oficial, allá por la Magna. Porque lo complicado, y eso fue lo que enseñó esta hermandad, no era ser fundada, sino mantenerse una vez pasada la fiebre. Como todo en la vida, lo dificil es mantenerse una vez llegado a tu techo, o aparentar al menos que tu techo está lejos todavía.
En esas están los amigos de la Clemencia, y el mismo camino están ya recorriendo, con mayor o menos fortuna, hermandades como el Soberano Poder, con un ejército de jóvenes y un barrio por detrás empujando, o el Consuelo, con sus trazas de cofradía añeja y gusto estético sin comparación. Y en la línea de salida, se coloca la hermandad de la Paz, mirando al horizonte y sin ver siquiera un dorsal al que agarrarse en esta carrera desenfrenada por colocarse en los primeros puestos de la órbita cofrade de la ciudad.
Pues más que correr, yo les aconsejaría que siguieran su ritmo, porque hasta ahora bien que les está yendo. Con un proyecto de paso de misterio de campanillas, un barrio ansioso de incienso, un Jerez cofrade criticando (para bien y para mal, como a las grandes, y ese es el mejor síntoma) y un grupo humano de mucha categoría. Hoy bendicen a su imagen titular dolorosa, y la han querido llamar Refugio. Y me gusta esa advocación. Mucho, además. Me suena a Amparo, Socorro o Patrocinio, que son las virtudes más importantes de una buena madre.
Pues ese es mi consejo... Buscar un buen Refugio, para cuando las cartas pinten bastos. Que pintarán...
(Artículo publicado en LA VOZ el 7 de diciembre de 2008. Foto: www.lavozdigital.es)

lunes, 1 de diciembre de 2008

Ronda, la ciudad soñada


Ronda, ciudad soñada por poetas y pintores. Ciudad donde ser bandolero es un arte, y donde la arquitectura se da la mano con la naturaleza creando escenas de singular belleza como el Puente Nuevo que une las dos partes de la ciudad, la antigua y la nueva.
Con una oferta hostelera de primera categoría, pasar un fin de semana en Ronda es sin duda una buena elección, y encima, barata. A escasos 115 km de Jerez, puedes elegir llegar en coche por el camino más corto, o perderte por la sierra de Grazalema, disfrutando de las montañas y los paisajes. Laderas sin tocar por la mano humana, ríos serpenteando las colinas, cielos plagados de nubes que te abrazan cuando la carretera llega a su punto más alto, precipicios que hacen galopar las sensaciones por las venas...
No lo dudes, y prepárate a degustar los platos típicos rondeños, como el rabo de toro, la morcilla frita de la serranía o unas buenas migas con uvas, regado con los buenos vinos que ofrece la provincia de Málaga.
Piérdete por sus recoletas plazas, donde descubrirás la belleza de las fachadas encaladas y los pozos en los patios antiguos, escóndete por sus esquinas, siente la belleza de la naturaleza bajando hasta una de las gargantas que ofrecen espectaculares vistas del Tajo, pasea por la calle la Bola, compra dulces y mantecados en Las Campanas, peca comiendo las deliciosas Yemas del Tajo...
Escápate un fin de semana, no te arrepentirás.



domingo, 30 de noviembre de 2008

General Del Río, ponga orden



Era un secreto a voces, pero desde el pasado miércoles ha dejado de ser una confidencia para convertirse en el mayor esperpento que recuerdo en la historia de los dirigentes de las cofradías de Jerez. Reconozco que todavía soy joven, pero hasta donde me alcanza la memoria no recuerdo un bochorno, un ridículo mayor que el que hemos podido escuchar en el programa Carrera Oficial cuando entró por teléfono Manuel Muñoz Natera, como presidente del Consejo, para responder a Joaquín Perea Montilla, como Delegado Diocesano o periodista, o como chufla, que es como se atrevió el presidente a calificar al delegado episcopal.
Era un secreto a voces que las instituciones a las que representan estaban enfrentadas desde hacía tiempo, pero ahora es también público y notorio que ambos dirigentes tienen muchas diferencias a nivel personal. Y sinceramente, las diferencias que tengan uno con el otro, y el otro con el uno, me interesan poquísimo. Por no decir nada, vamos...
Lo que sí me preocupa es que dos cofrades que nos piden mesura, respeto y prudencia a los demás, se atrevan a airear los trapos sucios de un Obispado a todo el pueblo de Jerez, afirmando alegremente que el Consejo Local de Hermandades y Cofradías, o el Presidente del mismo, que igual me da, va poniendo zancadillas a la Delegación Diocesana. Porque si eso es así, se habla en un despacho, y no en uno cualquiera, sino en el del administrador apostólico, y se dicen las cosas bien claritas, se suspende la gestión del Consejo y se busca uno que cumpla lo establecido en el tan manuseado librito verde. Pero no se dice a micrófono abierto, por mucho que ese micro sea el de la COPE.
Pero claro, lo que tampoco se puede hacer es entrar a discutir con un delegado diocesano, y decirle lo que puede o no puede hacer. Porque si el propio Juan del Río ha pedido a Joaquín Perea ser delegado y ha creído prudente mantenerlo en la emisora, por algo será. Y por supuesto, llamar chufla, así como suena, a un hombre de iglesia puesto por la primera autoridad de la iglesia local, no es precisamente tenerle respeto ni obediencia a esa autoridad, por mucho que se nos llene la boca al decirlo.
Callejón sin salida por tanto, que debería arreglarse con un apretón de manos, una copa de Jerez y un comunicado de prensa conjunto, y repito, conjunto, por la verguenza que estos dos dirigentes nos han hecho pasar a todos los cofrades de la ciudad. Y en este tiempo en el que los Judas de turno están esperando en las esquinas para vendernos por un buen puñado de monedas, bien haríamos en dar buena imagen los cofrades si queremos que nos respete luego el resto de la sociedad.
Porque olvidaron Perea y Natera, Natera y Perea, que nos representan. Son los dos únicos cofrades que nos representan al resto. Y sinceramente, si el talante y las maneras son las del otro día, prefiero que no me representen nunca más.
Así que escribo estas líneas con la intención de leer, y en breve, una rectificación por parte de todos y un firme propósito y compromiso de trabajar a partir de ahora unidos y de la mano, y no enfrentados como hasta ahora. Y si no es así, pues con la intención de que el general del Río tome su primera decisión de mando como administrador apostólico, y los cese a ambos en sus cargos o los haga entrar en razón, porque lo vivido el pasado miércoles fue vergonzante para los que nos consideramos cofrades, y estoy seguro que así lo irán entendiendo tanto el Delegado Diocesano como el Presidente.
Porque de seguir así, no vamos a ir al tan anhelado cielo que se nombró en vano varias veces en la discusión, ni siquiera al purgatorio. Con esta actitud nos pudriremos en el infierno. Así, desde luego, y por mucho cargo que tengan, no se representan ni a ellos mismos.
(Artículo publicado en LA VOZ, el 30 de noviembre de 2008)

jueves, 27 de noviembre de 2008

Un buen regalo de Navidad


No soy yo un entusiasta de los libros de cofradías, no les voy a mentir. Tuve mi época, como casi todos los cofrades imagino, que leía todo lo que caía en mis manos. De hecho, hacía excursiones periódicas con un buen amigo del Instituto a la calle Jesús del Gran Poder, en Sevilla, cómo no, Sevilla, para hacernos con las últimas novedades que salieran ya fuera en libros, estampas, CD, videos (entonces el DVD no estaba ni siquiera imaginado) y demás merchandising.
Pero me aburrí. Me aburrí porque básicamente los libros que leía, salvo alguna honrosa excepción de Carlos Colón y poco más, me parecían aburridos, tediosos, presuntuosos o directamente ilegibles. Y se pusieron de moda los libros que más bien parecían books de novias, con fotos de todos los ángulos posibles y los matices más insospechados de nuestros titulares, vendiéndonos la estética de la Semana Santa por bandera, e ignorando que la base de un buen libro ha sido, es y será, la letra, la pluma del autor.
Pues no sé muy bien por qué, pero espero con impaciencia la presentación de este libro. Por el tema, por el autor, por las maneras demostradas hasta ahora. Lo espero, como espero pronto uno de mi buen amigo José Antonio Domínguez Mateos. Gente que puede aportar un conocimiento histórico de nuestra Semana Mayor que sirva para enriquecer el patrimonio cultural que ahora poseemos. Y todo esto, contado en clave cofrade. Que no somos historiadores, ni ratones de biblioteca, sino cofrades interesados por la historia, que es muy diferente.
Y si encima, los beneficios íntegros de esta publicación van destinados a la Asociación Obispo don Rafael Bellido Caro, que se encarga de entregar pan a las entidades que luego dan de comer a los más necesitados de la ciudad, pues mejor que mejor.
Así que nada, a comprar. Y a leer... Sobre todo, a leer. Cultura y formación.
Que buena falta nos hace a todos...

Igual ahora quiere Ella que la abracemos nosotros...

Los hermanos de las Angustias tienen una cita ineludible mañana, a partir de las nueve de la noche, en la Capilla del Humilladero. En juego, dejémonos de fariseismos en tiempos en los que se necesita mucha verdad, lo más grande que tiene la cofradía, que es la que preside cada día del año el retablo principal de la Capilla de las Angustias.
El mismo nombre de la iglesia que la cobija revela la importancia de la devoción de la imagen que Paco Bazán tendrá entre manos, si es que el Cabildo así lo decide, a partir de la Semana Santa del año que viene. En una entrevista que tuve con él hace pocas semanas, me comentó que había renunciado a grandes trabajos porque tenía especial ilusión en otros. Sin duda, restaurar la imagen de Nuestra Señora de las Angustias se ha convertido en una pequeña obsesión para este licenciado en Bellas Artes, que de seguir así tendrá un currículum que se tendrá que encuadernar para leerlo.
Un restaurador de primer nivel, sin duda, una imagen de grandísima categoría, y una hermandad de arte. Sencilla, llana, cercana y amable con todo el que quiere acercarse por la plaza de las Angustias.
Por cierto, hasta la plaza se llama como la Virgen... Será por todo lo que Ella ha cuidado de nosotros. Igual es el momento de que nosotros cuidemos de Ella...

martes, 25 de noviembre de 2008

¿Una colleja para Calleja?


Se la juega David Calleja, y se la juega la hermandad de la Exaltación, que ha confiado en este bordador para remozar gran parte del patrimonio de la cofradía. En concreto, un grupo de hermanos regalará a María Santísima de la Concepción Coronada una saya, la del cincuentenario (y que pueden ver en la imagen), se retocará y enriquecerá la de Cachero, se hará un nuevo guión de la hermandad así como un lábaro sacramental...
Y todo esto, de los dedales de Calleja. Bien haría en acertar, porque si no, la colleja será de las de época... Si no, al tiempo.

No todo son cofradías...


Pues eso, que aunque lo parezca, esto no es un blog cofrade. O al menos, no es exclusivamente cofrade, claro está. Si se trata de conocernos, pues ahí va una de mis mayores aficiones... Ya ven, una tapita que me tomé un día por Centroeuropa, concretamente en Praga, sin duda una de las ciudades más embrujadas de cuantas he visitado.
No lo duden, y si tienen oportunidad, hagan este tour que proponen ahora las agencias de viaje, que incluye Praga, Viena y Budapest. Aunque la mejor manera es hacerlo sin prisas, dedicando varios días a cada ciudad, seguro que lo disfrutan y recuerdan como una de las experiencias más impactantes de su vida...
Yo al menos, recuerdo ese codillo como si fuera ayer... Y en checo, se llama koleno. Hasta eso tengo presente...
¡Buen provecho!

domingo, 23 de noviembre de 2008

Por Dios, un jefe de protocolo

No sé qué manía tienen las hermandades por hacer siempre todos los actos en las mismas fechas. Como si el año no tuviera meses, y los meses semanas, y las semanas días, y los días horas. Incluso las horas minutos. Y eso que ya la mayoría de los medios de comunicación hemos creado, cada uno en nuestras secciones y en la medida de nuestras posibilidades, una agenda donde vienen recogidas las actividades programadas para las próximas horas, días, semanas, meses e incluso años. Y no exagero, porque de la Coronación Canónica del Valle llevamos informando desde hace más de un año, y al final, ese mismo día, había algunas actividades cofrades en la ciudad, y no se pudo cambiar con celeridad algunos actos previstos en el mismo día que la Señora volvió a San Telmo ya coronada.
Yo comprendo que es complicado a veces buscar huecos para realizar todas las actividades que las corporaciones tienen dispuestas en su calendario, aunque quizá a veces los miembros de Juntas de Gobierno deberían pensar más en la calidad que en la cantidad de los actos que se van a poner en marcha. Entiendo que no van a tener ustedes una agenda con todos los actos cofrades que le van llegando (como tengo yo) porque no tienen que contarlos ni escribirlos en ningún lado, y porque, para qué vamos a engañarnos, para eso cobro yo una pasta, para que ustedes tengan a mano la más completa y bien detallada información. Les confieso que antes la tenía en papel, en una estupenda agenda de cuero que me compro cada noviembre y que me recuerda que soy un año más viejo, aunque ahora, el Outlook, el hotmail, el gmail y el sitio web que ustedes quieran traen unas agendas organizadoras digitales que hacen que te salten las citas en la pantalla del ordenador que hasta pegas un respingo del susto en el despacho.
También comprendo que tener una persona en las Juntas de Gobierno que se encargue exclusivamente de todo esto es quizá una exageración, porque demasiado hacen ya los secretarios en procurar mandar con antelación las actividades de cada hermandad. Aunque eso de con antelación, y eso de mandar información, también tendría un artículo, créanme.
Pero sigo sin comprender este fin de semana, por ejemplo. El jueves hubo en la Estrella una campaña de donación de sangre en horario vespertino, a las ocho de la tarde se bendijo un azulejo de la hermandad de la Defensión en la Compañía de María, comenzó a su vez el Triduo a Cristo Rey en la Porvera, se inauguró en el Callejón de los Bolos la muestra Paleta de Colores organizada por la hermandad de los Judíos, en San Miguel tuvieron jornada de formación, en el Consuelo Misa de Difuntos y muchos actos más.
Pero esperen, que sigo. Al día siguiente, viernes, El compañero Álvarez daba una conferencia sobre la falacia de la información cofrade, continuaba el Triduo a Cristo Rey, misa en San Miguel por Monseñor Cirarda y las hermandades de la Madrugá se reunieron en San Juan de Letrán en sus ya comunes convivencias. ¡Todo a la misma hora!
Pero quietos, que esto no acaba aquí... Ayer, el Crucifijo, de capea en la Guareña, las Angustias de excursión, los niños, de convivencia en el Colegio de San José con la Borriquita, los de la Candelaría tomando paellita en la Plata, los niños de las Viñas, pintando la Navidad... Todo eso, por la mañana, y por la noche, Festival Flamenco del Soberano Poder.
Y no voy a enumerarles los actos que hay hoy, porque para eso ya tienen una agenda cofrade insertada en esta publicación. Así que, como diría el personaje, señores cofrades, un poquito de por favor. Un mínimo de organización, hombre. Todo a la vez, no, que no damos abasto. Si al final lleva razón Cañadas; aquí lo que hace falta es un jefe de protocolo general.
(Artículo publicado en LA VOZ, el 23 de noviembre de 2008)

miércoles, 19 de noviembre de 2008

El millón de visitas


Hagan una prueba. ¿Cuántas veces entra usted, al día, en www.cofrademania.com? Yo he hecho un cálculo, y paso la quincena, para ver lo que al bueno de Cañadas se le ha ocurrido subir. Entro a primera hora de la mañana, luego a la hora de comer, y por la tarde, mientras a veces busco inspiración divina para escribir sobre cofradías, hermandades, iglesia y demás, vuelvo a bucear en internet, por si hubiera alguna noticia de alcance que me haya perdido.
Pues entrando quince veces, todos los días del año, salen exactamente 5475 visitas. ¡Que no está nada mal, Cañadas, no te quejes! Esa es mi aportación al fenómeno Cofrademania, que sin duda, y apostando por la información como principal arma informativa, ha roto los moldes y creado una nueva manera de informar, rompiendo records y rankings.
Porque la verdad, y lo digo ahora que hay rumores de que Sercofrades volverá a la palestra, el portal que dirige Andrés Cañadas se ha quedado sin rivales, y debe ser bastante aburrido trabajar así. La competencia es sana, y siempre genera mejoras en el producto que se ofrece. Y mucho más, cuando con el trabajo y el esfuerzo diario ha conseguido, por primera vez en la ciudad, convertir una página web en un periódico digital diario considerado y respetado por todos, compañeros de profesión, críticos y cofrades.
Porque es que es complicado mejorar lo que hoy en día ofrece www.cofrademania.com, la verdad. Información actualizada e inmediata, de la mano de uno de los comunicadores más carismáticos de la ciudad. Por si fuera poco, añade ahora entrevistas, cortes de sonido y artículos de opinión, y no me extrañaría que en breve actualizara la pestaña multimedia con videos y fotografía.
En fin, que 5475 visitas son mías por lo menos. Bueno, ya 5476, porque mientras escribía esto, he entrado por si se hubiera actualizado algo en la página... Soy un adicto a cofrademania, sí señor. Pero no el único, porque si dividimos el millón de visitas entre mis entradas anuales, para ver la cantidad de gente como yo que entra en la página, el cálculo nos acercaría a cien mil cofrades que entran en www.cofrademania.com. Una auténtica barbaridad, que además no es real, puesto que no todo el mundo entrará las veces que entro yo.
Una barbaridad. Una bendición. Sigamos disfrutando de ella.

Cádiz quiere conquistarnos


Soy de esa generación que creció viendo Famacia de Guardia. No sé si ustedes recuerdan, era una serie de Antonio Mercero, que discurría entre el mostrador y la salita de estar del establecimiento, entre jeringuillas, angileptoles y nolotiles. Era una familia bien de la sociedad española de la época, con un Carlos Larrañaga espléndido en el papel de padre de familia que no se entera de nada, pero que se beneficiaba a toda la que podía. Tiempo después, eso no ha cambiado mucho, ahora que lo pienso. Pero bueno, a lo que iba, que Larrañaga no está apuntado al Santo Crucifijo ni a la Coronación, y no creo que les importe demasiado su vida y milagros.
Les decía que la serie iba sobre un padre de familia que no se enteraba de la misa la mitad, y un día tuvo que explicarle a su hijo, de apenas unos diez años, no recuerdo bien el nombre, que tenía fimosis. Y claro, para no meterse en muchos gastos, le dijo que lo mirara en el diccionario. Fimosis es una estrechez del orificio del prepucio, que impide la salida del glande, es lo que encontró la criatura. Imaginen la cara del pequeño... La siguiente pregunta era obligada, claro.
Papi... ¿Qué es el prepucio? Los ojos del padre se salían de las órbitas. ¡Nene, mira en el diccionario! Piel móvil que cubre el glande. ¡Otra vez el glande!, pensó la criatura. Ya está papá, no me digas más, voy a ver qué es el glande ahora mismo. Y por glande, mientas el padre pedía un calmante, la madre se desternillaba en el mostrador de la botica, y el hermano le decía que lo que le iban a hacer iba a permitir que su soldadito de plomo ascendiera a Capitán General, encontró que es la cabeza del miembro viril.
Y claro, el niño dijo que de hacerle una raja en el pito, ni mijita, que hasta ahí podíamos llegar.
Pues todo esto viene a cuento porque el otro día, en la casa de hermandad del Santo Crucifijo de la Salud, si llega a haber una cámara pagamos la restauración de manto, vamos. Estamos tan tranquilos, y llega uno de nuestros hermanos indignado de la Catedral, del Triduo del Valle, porque al bueno de Antonio Ceballos, que por si no lo conocen es el ordinario (disculpen, a los obispos se les puede llamar así) de la diócesis de Cádiz, se le ocurrió hacer la procesión de entrada con la caulícula hacia delante.
Imaginen la cara, nosotros que estábamos hablando de temas banales, de los que estábamos allí. Y claro, la pregunta era obligada. ¿Oye, hijo... la caulícula... qué es? Alguno pensó que el prelado gaditano había entrado con la clavícula desencajada, por supuesto. Y resultó que la caulícula es el remate del báculo del pastor, que en función de cómo vaya orientada, señala la jurisprudencia del obispo en el lugar. Por supuesto, báculo, solideo o jurisprudencia fueron preguntados por algunos otros, mientras que muchos reíamos a mandícula batiente con la Cruzcampo (no tan fría como la del Cristo, por cierto) en la mano.
Así que mientras me enteré que el obispo de Cádiz quiere hacer suya la diócesis de Jerez por llevar el báculo hacia delante, cosa que sólo puede hacer en su diócesis, me acordé de ese capítulo. Y juré allí que escribiría esto. Porque aunque me ría, cofrades que se fijen en estos detalles, son los que merecen la pena. El resto reímos de pura ignorancia.
(Artículo publicado en LA VOZ, el 02 de noviembre de 2008)

Y diremos mañana...


A veces, la vida te va poniendo en lugares que nunca sospechaste, que ni en tus mejores sueños podías imaginar. Otras, en cambio, acerca de manera normal caminos, sentimientos, emociones, personas. Así es la vida, tan impredecible, que es mejor ponerle siempre buena cara, porque la amarga generalmente ya nos la pone ella.
Por eso no me sorprende que a partir de ahora vaya a fiscalizar, porque ese cargo he querido ponerme en este artículo de opinión semanal, la actualidad de las cofradías de Jerez. Porque como ya he comentado, la vida acerca caminos, y desde hace años, Semana Santa, periodismo (televisivo, escrito o radiofónico) y Pepe Vegazo van intensamente unidos, y el resultado final a esta mezcla explosiva ha sido multiplicar por ocho la información cofrade que ustedes recibían cada domingo.
Como bien decía mi nuevo compañero Gabriel, al que desde aquí recibo con los brazos abiertos y le agradezco que haya sabido sonreirle a la vida estos dos meses de discreto silencio, ustedes ganan, porque van a recibir la información más completa sobre cofradías que un medio de comunicación pueda ofrecer, gracias a estas ocho páginas dominicales que se verán complementadas con una mayor cobertura diaria de la actividad de nuestras corporaciones.
Pues con este planteamiento, nos ayudaremos de la información pura y dura, la que ustedes, cofrades, generan cada día más, y de otras herramientas del periodismo para tenerles informados y entretenidos hasta que sobrepasemos el Corpus de la ciudad, que se ve bien lejano en el calendario actualmente. Usaremos la opinión como arma fundamental para que ustedes valoren lo que está pasando, con reconocidas firmas que irán analizando los aspectos más ocultos de nuestra Semana Mayor, y el reportaje será el vehículo que nos acerque semanalmente a la realidad de nuestras cofradías.
No se sorprendan, por tanto, si un día me ven aparecer por su casa de hermandad, o al compañero Alvarez, solicitando una entrevista con el mayordomo, el secretario, el hermano mayor o el que lleva la barra del bar, que por cierto, el del Cristo tiene una entrevista seguro, porque no he tomado una cerveza más fría en mi vida. No se sorprendan, porque La Voz Cofrade quiere convertirse en la referencia de las corporaciones religiosas de la ciudad, y tenemos asumido que para eso, la cercanía con los cofrades debe ser la base de nuestro trabajo. Y a buen seguro que cumpliremos.
Por tanto, les espero el próximo domingo en cualquier punto de venta de la ciudad, porque acabamos de adquirir un compromiso. Un compromiso serio de rigor y veracidad, de contarles la realidad de las cofradías desde nuestro particular punto de vista, fresco, nuevo, a veces intuitivo. Vamos a caminar juntos para que la sociedad jerezana se entere de una vez de todo lo bueno que hacen las cofradías, toda la ayuda que prestan, todas las particularidades de uno de los estratos sociales más singulares de esta baja Andalucía.
Y por supuesto, nuestra primera cita, es con el Valle. Tanto hoy, como el próximo sábado. Aquí les espero, les aseguro que como buen fiscal, estaré pendiente de todo cuanto ocurra. Para contárselo a usted... mañana.
(Artículo publicado en LA VOZ, el 26 de octubre de 2008. Fotografía: Javier Fernández)

domingo, 16 de noviembre de 2008

La vida bajo un Castillo


La frase no es mía. Es de un amigo mío, un hombre cabal, de los que quedan pocos, y que tengo la suerte de poder leer hoy en la segunda página de este suplemento, como perfecto muñidor de esta cofradía que, poco a poco, va cogiendo forma. Y ustedes lo están viendo. Digo que la frase no es mía, porque se la escuché hace poco a Nene, que por si ustedes no lo conocen, se llama José Antonio Domínguez Mateos, y es uno de los cofrades más íntegros que he tenido la suerte de conocer.
Íntegro, como decía, porque es de los pocos que ha sido capaz de decirme a la cara cuando ha creído que estaba equivocado. Y eso hoy, en este mundo de fariseismos y de trivialidades, es una virtud que valoro mucho más de lo que la gente puede imaginar. Íntegro, porque me ha enseñado, y sin él pretenderlo, algunos valores que un cofrade debería tener más que presentes, como los fundamentales del cristianismo, que no son pocos. Es un cristiano convencido, de esos que sacan pecho por ir a misa y dar catequesis, de los que ponen y siguen poniendo la mejilla derecha cuando la izquierda la tienen ya roja como el capirote de la Cena. Y culto; extremadamente culto para su edad.
Así que me precio de ser su amigo, de aprender de él cuando me habla, y de que haya aceptado querer compartir con todos nosotros esta aventura de hablar de cofradías cada domingo con la libertad y el compromiso que da escribir. Libertad, porque nadie le dice lo que tiene que poner. Compromiso, porque dentro de unos años, siempre le podrán recordar lo que uno escribió, y aparecen los Judas, que están esperándote en cada esquina, para recriminarte que has cambiado, que no piensas lo de antes, sin darse cuenta que en la vida hay que evolucionar en pensamientos y en ideas, y que lo que hoy es negro la vida se encarga de demostrarte que puede ser el blanco más radiante de cuantos existen.
Pues a este hombre, que hoy al leer esto me mandará un sms diciéndome que me he pasado y que no merece nada de esto (así es mi amigo), le leí hace poco, con ese estilo tan revertiano que ha atesorado y que el resto admiramos, el titular de este artículo que hoy tienen entre manos.
La vida bajo el Castillo. Se ve diferente, Nene, llevas razón. Y desde que lo leí, te envidié porque me hubiera gustado saber describir como tú lo hiciste con esa frase de cinco palabras lo que se siente cada Lunes Santo, cuando el Señor planta su mirada en la plaza San Marcos y nosotros, desde nuestra humilde fe, miramos con profunda alegría las miradas clavadas en su mirada, y no en nuestros pies. Me hubiera gustado ser capaz de contarles algún día la sensación tan estremecedora que sentimos los que tenemos la fortuna de mandar un izquierdo con seguridad porque nos guían los mejores ojos. Ojalá pudiera contar cómo entregar una estampa tras el paso de misterio se ha convertido en una obsesión para mí...
Hubiera deseado, y no saben cuánto, saber expresar los sentimientos que me hicieron hacerme hermano de San Marcos, curiosamente el primer año que el Señor no salió a la calle, y lloré como un bebe tras el paso, como si mi propio Cristo no saliera. Por supuesto, y por si no lo sabían, fue el propio Nene el primero que vino a darme un abrazo, cuando notó que yo necesitaba el cariño de mi gente. Es posible que él no recuerde nada de esto, entre otras cosas, porque yo nunca más he querido hablar de esto.
Así que hoy, al leer su artículo, he recordado estas vivencias, todo lo que me hizo un día ser de la Cena. Todo lo que siento bajo el Castillo. Y estoy de acuerdo con él, la vida se ve mejor desde ahí, que desde fuera. Y como no sabía contarlo tan bien como él, me he limitado a envidiarle. Una envidia sana, y un orgullo enorme. El orgullo de un hermano.
(Artículo publicado en LA VOZ, el 16 de noviembre de 2008. Foto: Javier Fernández)

La información cofrade, vende

Resulta que ahora, con una facilidad pasmosa, todo el mundo sabe y puede opinar de todo. Que si un titular está mal redactado, que si las hermandades de la ciudad no generan información suficiente para ocho páginas dominicales más algunas diarias, que si las entrevistas son faltas de profundidad, que si era mejor un suplemento que una paginación especial, que si la fotografía de Fulanito es mejor que la de Menganito, que si los recortes de Abuin, que si los articulitos de un servidor...
De arte. Sigan comentando... Será señal de que compran el periódico cada domingo por la información que damos de cofradías.

La Cena de la Cena


Rato de tertulia, interesante, muy interesante, en la plaza del Cubo, con la gente de la Cena. Todos reunidos en torno a un proyecto común, la restauración del paso de misterio de Castillo Lastrucci. Valientes son para querer buscar los casi cien mil euros que cuesta la ejecución. Ganas, ilusión y conocimientos no le falta a la Junta de Gobierno de Daniel Romero, el hermano mayor de la corporación. Ahora falta que sean los propios hermanos los que se den cuenta de que la restauración es cosa de todos, y no sólo de la quincena de hombres que dirige ahora mismo los destinos de la corporación del Lunes Santo. Falta que se den cuenta que son importantes. Porque ayer eché en falta a muchos de ellos...
Foto: Javier Fernández (LA VOZ)

Bienvenidos

Pues sí, sean todos bienvenidos. Nueva ventana de comunicación, nuevas maneras de entendernos. Este blog no pretende ser sino un acercamiento de posturas, un nuevo portal donde poder quitarnos las máscaras a la hora de hablar de las cosas que nos interesan. Sin más restricciones que las que marque mi propio sentido común, pretendo hablarles de las cosas que no se ven a simple vista, ampliando la oferta informativa de la ciudad, que gracias a Dios es numerosa e interesante.
Así que sí, sean todos bienvenidos.