COFRADEMANIA

domingo, 6 de diciembre de 2009

Puente de la Purísima


Hemos conseguido recuperar el puente de la Purísima. Al menos eso parece en las corporaciones jerezanas, y lo celebro. Es un enorme motivo de orgullo que consigamos llamar a las cosas por su nombre, y no como pretenden desde otros altares que las llamemos. Inmaculada Concepción de María contra Constitución. Eso nos quieren vender... Y en esa trampa hemos caído más de una vez.
Porque una cosa no quita la otra, ni la empequeñece, ni la ensombrece. Ni la desprestigia. En esta nación que una vez estuvo gobernada por unos reyes que se apellidaban católicos, no veo el problema en recuperar el nombre que nunca debió perderse. Parece un sin sentido querer desvincularla de sus propias raíces históricas, aquellas que marcaron, para bien y para mal, la actualidad de esta patria que hoy da más problemas que alegrías.
Igual alguno aprovecha el puente de la Purísima incluso para quitar de los colegios los crucifijos, esos que han dañado de una manera irreversible la psicología de los chavales que han tenido que mirarlos con frialdad todos los días de su vida. Ese crucifijo tan peligroso, tan nocivo para la educación. Igual aprovechan para hacernos creer que sí, que han sido símbolo de tortura más que de perdón, de ofensa más que de redención. De odio, más que de amor.
Igual aprovechan ahora algunos para hacer todo esto. Y me parecería bien que lo hagan hoy, día de la Constitución. Pero que nos dejen a los cristianos también tranquilos el martes, cuando estemos celebrando, a nuestra manera, la festividad de la inmaculada concepción de María, esa que nos dice que la Madre de Dios fue concebida sin mancha, sin pecado, rescatándola de lo humano para acercarlo a lo divino. Que nos dejen tranquilos sintiéndonos protegidos por una Madre que estuvo al pie de la cruz cuando los Judas de la época, los que ahora posiblemente estén quitando a Dios de sus vidas, crucificaron al que sólo venía a salvarnos. Que nos dejen el martes, porque ellos, los que no creen en nada de esto, deben estar concentrados en su trabajo. Como estarán en Nochebuena... Porque no será fiesta para ellos...
(Artículo publicado en LA VOZ, el 06 de diciembre de 2009.)

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