COFRADEMANIA

domingo, 23 de agosto de 2009

El final del verano... Nazareno

Todo el verano en el patio de San Juan de Letrán. Eso deberían proponerse en la Junta de Gobierno de la hermandad de Jesús Nazareno cuando diseñaron el ciclo de conferencias que este año componían el Verano Nazareno. Todo el año en el patio de San Juan de Letrán, hablando de cofradías y del contexto histórico, político y cultural que las rodea. Y sin duda lo han conseguido.
Y posiblemente haya sido un éxito por la categoría de los conferenciantes, eso nadie lo duda. Pero los Veranos Nazarenos han dejado demostrado que a los cofrades no le interesan sólo las flores, los bordados y la música, sino que se preocupan de todo el entramado, del tejido social y cultural que rodea a nuestras hermandades y cofradías. Y esto ha sido precisamente la materia de análisis.
Todo el complejo mundo que rodea a las corporaciones de nuestra ciudad, pero que no son necesariamente parte de ellas, ha sido lo que en cinco magníficas conferencias se ha analizado y debatido en el patio de San Juan de Letrán, en un interesante formato que permitía preguntar a los conferenciantes las dudas que se planteaban al hilo de sus propias reflexiones en las ponencias.
Así, las charlas no tuvieron una duración superior a los cuarenta y cinco minutos, un tiempo más que sobrado para profundizar en los temas sin cansar ni agobiar a los que escuchaban con atención en el sofocante calor que reinaba en algunas de las ponencias, y tras esos minutos de reflexiones personales del conferenciante, se abría un turno de preguntas abierto a todo el público.
Interesante también la existencia de un bar en la propia conferencia, alejado de la mesa del invitado, pero donde poder refrescarse de las altas temperaturas. Una idea que resultó magnífica gracias al buen hacer y el respeto de los hermanos del Nazareno, que supieron entender la finalidad de la barra del bar montada por la cofradía, y que invitaba a pasar un rato agradable sentado hablando de cofradías con una buena cerveza en la mano. Este era el plan de la hermandad.
Y así se cumplió, los Veranos Nazarenos fueron un éxito por todo esto, pero también por mucho más, aunque sería injusto no analizar estas decisiones que tomaron en la Junta de Gobierno del Nazareno y que favorecieron el éxito final de las conferencias. Pero sin duda, fue la calidad y diversidad de temas y ponentes lo que atrajo la atención del público. Abrió plaza cuando el mes de julio mandaba en el calendario José Antonio Domínguez Mateos, que habló sobre la crisis actual y su repercusión en las cofradías. Una conferencia innovadora y entretenida, marcada por el profundo conocimiento de este licenciado en Historia de las cofradías jerezanas.
Tras él, llegó el obispo de la ciudad, monseñor Mazuelos, en el que era su estreno ante el público cofrade. Nuevo lleno en el patio de la Alameda Cristina, y nuevo acierto hablando de los retos que tenemos los cofrades y cristianos ante los problemas éticos que el avance de la medicina nos presenta. El martes siguiente fue el turno de Francisco Bazán, que disertó sobre los procesos de restauración de las piezas de arte, un tema que interesa, y mucho, en el Nazareno, tras las restauraciones de sus dos imágenes titulares y el actual proceso que lleva al túnico de las Avefrías hasta el taller de Jesús Rosado en Écija. Y cerraron los Veranos Nazarenos fray Ricardo de Córdoba y Manuel Romero, que hablaron sobre la religiosidad popular y el contexto político jerezano en las últimas décadas.
El problema vendrá el año que viene, para repetir este nivel, aunque ya trabajan en ello...
(Artículo publicado en LA VOZ, el 23 de agosto de 2009. Foto: LA VOZ)

No hay comentarios:

Publicar un comentario