COFRADEMANIA

domingo, 18 de octubre de 2009

La Flagelación viaja a la Catedral en busca de su propio pasado


Es una de las historias más conocidas de la iconografía jerezana, quizá porque la de la Amargura es una de las cofradías más mediáticas de la ciudad. Desde su autoría hasta mediados del siglo pasado, la imagen del Señor Flagelado ocupó uno de los retablos de la Santa Iglesia Catedral, concretamente el que actualmente ocupa Nuestra Señora de Belén. Por tanto, lo que hoy ocurrirá no es otra cosa que el regreso a casa de la imagen de Jacome Baccaro, que regresa a la Catedral para presidir los cultos que la cofradía le va a dedicar con motivo de su 250 aniversario.
Empieza por tanto la semana más importante de la cofradía del Miércoles Santo, aquella en la que la imagen del Santísimo Cristo de la Flagelación ha de ir y volver desde la Santa Iglesia Catedral hasta la iglesia de los Descalzos. Si bien hoy lo que veremos será un sencillo traslado, pero con la categoría que nos tiene acostumbrados la cofradía que preside José Carlos Galán, el próximo sábado se vivirá uno de los días más intensos que se recuerden por la calle Medina, ya que el misterio completo, mandado por su capataz Francisco Yesa, será el que procesione desde el primer templo jerezano hasta la que actualmente es su sede canónica.
Una semana por tanto repleta de emociones que se complementa con las actividades formativas extraordinarias que está desarrollando la hermandad de la Amargura en el Casino Jerezano.
C orría el año 1749, y el Barroco vivía sus últimos esplendores. Por aquel entonces, un joven Jacome Baccaro, con apenas 25 años, trabajaba en su taller en la confección de un Señor Flagelado que presidiría un altar del primer templo de Jerez, ciudad donde estaba afincado pese a ser de origen genovés. Apenas comenzaba su vida profesional, que le llevaría a realizar otros encargos preferentemente para la provincia de Cádiz, pero sus habilidades ya estaban más que demostradas.
Por encargo del canónigo Gutiérrez de la Vega, el artista concluyó su obra en 1750. Se da la circunstancia de que este sacerdote era un erudito teólogo que sentía especial pasión por este momento de la Pasión de Cristo, y encargó al artista una talla que moviera a la devoción y al fervor popular, y la instaló en uno de los retablos de la seo jerezana. De hecho, en la propia columna, el artista dejó inscrita la siguiente inscripción: «Este Señor de la Columna lo hizo Don Jacome Baccaro, en el año de 1749, y lo costeó el Señor Don Francisco Gutiérrez de la Vega, canónigo de esta Colegial de Jerez».

No fue hasta la década de los cuarenta del Siglo XX cuando la hermandad de la Amargura se trasladó a la que hoy es su sede definitiva, la iglesia de los Descalzos, pese a que se fundó en el año 1928. Y cuando lo hizo se procedió a redactar un acta en el que se hizo constar que el Ilustrísimo Cabildo Colegial cedía a la Hermandad en calidad de depósito la imagen del Santísimo Cristo de la Columna. Este documento lo firmaron el Presidente del Cabildo Colegial Sebastián Jiménez Barba y el Prioste Presidente de la Cofradía Enrique del Pino y Balbotín.
Esta es la historia que está celebrando en la actualidad la cofradía de los Descalzos. 250 años de la autoría del Señor de la Flagelación. Un cuarto de milenio para una de las imágenes más mediáticas de toda nuestra Semana Santa, enmarcada en uno de los misterios más grandiosos de la Semana Mayor jerezana.
Acogidos a la normativa, y con permiso de la Delegación Diocesana de Hermandades y Cofradías, la hermandad planteó un sencillo pero intenso programa de actos para celebrar la efemérides, que tendrá su punto culminante el próximo sábado cuando la cofradía regrese desde la Catedral hasta su sede canónica.
La hermandad, con buen criterio, ha querido llevar a su imagen titular a la que fue su casa durante doscientos años, la Colegial jerezana, donde le serán aplicados unos cultos que se esperan multitudinarios. La hermandad ha dispuesto para hoy un solemne traslado de la Flagelación en el paso del Cristo de la Expiración, y que cogerá por Medina, Santísima Trinidad, Plaza de las Angustias, Corredera, Plaza Arenal, Plaza Monti, Manuel María González, De la Rosa, y Catedral. Está previsto que la corporación salga desde su casa de hermandad a las once y media de la mañana, y que llegue a la Catedral cerca de las dos y media de la tarde.
El triduo que la hermandad ha dispuesto dará comienzo el próximo miércoles, a partir de las ocho de la tarde, en la nave principal del templo catedralicio. El viernes será el último día del triduo, y dará paso al día siguiente a la jornada grande que la hermandad del Miércoles Santo lleva meses soñando con ilusión. Será el sábado el momento de disfrutar del solemne Pontifical presidido y celebrado por el prelado de la ciudad, monseñor Mazuelos, que dará comienzo a la una de la tarde.
Una vez concluido el pontifical, llegarán los últimos retoques, las últimas prisas y carreras, puesto que está previsto que a las seis de la tarde se abran las puertas de la Catedral jerezana y comience el regreso del Señor de la Flagelación hasta la calle Medina, para lo que la hermandad ya contará con el paso de misterio al completo y con el acompañamiento musical de la Banda de Cornetas y Tambores San Juan Evangelista. Y como siempre, la hermandad de la Amargura ha conseguido impresionar a propios y a extraños gracias al recorrido de vuelta, que les llevará por De la Rosa, Manuel María González, Pozuelo, Letrados, plaza de la Asunción, Consistorio, plaza del Arenal, Caballeros, San Pablo, San Miguel, plaza San Miguel, Barja, Pedro Alonso, plaza de las Angustias, Higueras, Medina, Arboledilla, San Francisco de Paula, María Antonia de Jesús Tirado, Diego Gómez Salido, Plaza Virgen de la Amargura, y Medina.
Una semana para sentirse amargurista por tanto, y para recordar los azules que cada Miércoles Santo se adueñan de la calle Medina.
(Artículo publicado en LA VOZ, el 18 de octubre de 2009. Fotos: Cristóbal y LA VOZ)

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