COFRADEMANIA

lunes, 11 de mayo de 2009

Judas lleva 6000 euros en la bolsa

Yo soy de los que no ha ido a la comida de los medios de comunicación, hermanos mayores y Consejo Local de Hermandades y Cofradías. Soy de los que han optado por un discreto segundo plano, un agradecimiento sincero, y una coherencia personal. A veces, esa coherencia es la que nos hace parecer más o menos cercanos, más o menos simpáticos, más o menos accesibles. Sin embargo, esa coherencia es la que yo creo que nos hace, principalmente, libres.
No he ido a la feria con el Consejo por los motivos que muchos creerán. Cierto es que he criticado, a veces con dureza, al Consejo. Cierto es que siempre he defendido que los medios de comunicación debemos estar más unidos, ser más corporativistas. Todo eso es verdad. Pero la realidad es que no me he acercado por el Restaurante el Gordo, donde se celebraba la comida, por estar en absoluto desacuerdo con algunas actitudes que vengo denunciando últimamente, y que desacreditan a quienes las ostentan.
No comprenderé en la vida las puñaladas traperas, las traiciones, las mentiras para conseguir no sé qué objetivos. Y si les digo la verdad, no entenderé en la vida el Pleno de hermanos mayores que tenemos. Y a estas alturas de la película, con las palomitas a medio consumir y la lata de refresco ya vacía, me importa bien poco que alguno se moleste conmigo por lo que estoy aquí contando. Tenemos un pleno de hermanos mayores que critica con dureza a su presidente, pero que es incapaz luego de corregirle en la sede de la Unión de Hermandades. Tenemos un pleno que hace quinielas sobre la Carrera Oficial, pero que luego coge los seis mil euros con diligencia para cuadrar sus presupuestos. Tenemos un pleno de hermanos mayores cobarde, que hablan de mociones de censura y de alternativas con una facilidad pasmosa, pero siempre a la espalda de Natera. Tenemos un pleno de hermanos mayores que se ha estado llamando hasta última hora para ver si boicoteaban la comida de feria o iban a comer de válvula.
Tenemos en definitiva un pleno de hermanos mayores que, en ocasiones, consigue que me averguence, y esta sensación está ya denunciada no sólo por mí, sino por la gran mayoría de los medios de comunicación de la ciudad. Y como comprenderán, lo último que me apetecía hoy era compartir mesa y mantel con todos ellos y con los escasos medios de comunicación que habían confirmado su asistencia. Igual cuando todos seamos más sinceros los unos con los otros, me apetece tomarme una copita... Porque eso lo hago yo con mis amigos. Así se lo he dicho al Presidente, al que puedo hoy defender abiertamente porque no ha tenido la culpa de nada de esto. Es más, agradezco de manera personal su invitación sincera y repetida, y dejo por escrito aquí que le debo una. Y siempre pago mis deudas...
Un día miraré en la bolsa de Judas, en el misterio de la Cena. Les apuesto lo que quieran a que tiene un cheque por valor de seis mil euros... Los mismos que se lleva cada hermano mayor para su cofradía.
(Foto: Cristobal)

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