COFRADEMANIA

sábado, 30 de enero de 2010

El Perdón busca soluciones

El éxodo de la hermandad del Perdón parece que no tendrá un final cercano, aunque sí feliz. Esa es la conclusión a la que han llegado los responsables de la cofradía del Domingo de Ramos tras las reuniones mantenidas en el Obispado y en la delegación de Urbanismo. Las últimas inundaciones sufridas en la Ermita de Guía, que reventaron los sanitarios de la casa de hermandad debido a la presión del agua, tuvieron repercusiones para la corporación de nazarenos, que decidió plantarse en la puerta del templo exigiendo soluciones a los organismos competentes.
Esta decisión tuvo una rápida respuesta desde el Obispado asidonense, que recibió a la cofradía con celeridad para tranquilizarles, asegurándoles que mientras la Ermita de Guía no está accesible todos los cultos de la hermandad, así como la salida procesional del Domingo de Ramos, la podrán realizar desde el primer templo jerezano, la Santa Iglesia Catedral. Sin embargo, la vida de hermandad no la tendrían garantizada allí, ya que en breve la seo jerezana experimentará cambios que la convertirán en museo catedralicio, lo que imposibilitaba la cesión de salas para la cofradía.
Es evidente que la tranquilidad es el ánimo actual de los hermanos del Perdón tras la reunión mantenida en el Obispado. «Para nosotros no es un problema, estamos buscando locales cerca de la Catedral para alquilar y trasladar los enseres de la cofradía, y poder tener una vida activa durante el resto del año», ha asegurado a este medio el hermano mayor de la corporación, Manuel Salado. Actualmente la hermandad no puede realizar los trabajos más simples de tesorería o secretaría.
La satisfacción en este caso es doble, ya que el delegado de Urbanismo ha recibido a la Junta del Perdón y les ha explicado los proyectos de urbanización que hay previstos para la Ermita. «Aunque no nos han dicho cuándo comenzarán las obras, nos han asegurado que el plazo de ejecución de las mismas será de seis meses», aseguró Salado.
La principal preocupación que tiene la cofradía, las vías de escape del agua que llega desde todos los puntos de la ciudad que están más altos que la Ermita de Guía, ha sido también resuelta gracias al extenso sistema de imbornales previstos para la zona. De hecho, Crisol ha afirmado que «no sólo queremos que los miembros de la hermandad conozcan los detalles y pormenores técnicos del desarrollo del área, sino que también pretendemos atender sus planteamientos con el objetivo de ir incorporando al proyecto aquellas propuestas que sean asumibles».
(Artículo publicado en LA VOZ, el 29 de enero de 2010. Foto: Cristóbal)

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