COFRADEMANIA

lunes, 15 de junio de 2009

El calor asfixia la procesión del Santísimo Sacramento del Altar

Eran las nueve y media de la mañana, hora y media antes de la Pontifical que debía presidir José Mazuelos, y el termómetro marcaba ya los treinta grados. Con esa temperatura, y el cansancio generalizado en una ciudad que dormía tras los actos de celebración del ascenso del Xerez Deportivo a Primera División, eran pocas las posibilidades de que el Corpus del año 2009 fuera recordado como uno de los más seguidos de los últimos tiempos. Y así fue, pese al esfuerzo de todos.
Porque hay que reconocer que las hermandades y cofradías, así como el Cabildo Catedral con su prelado al frente, han hecho todo lo que ha sido posible por engrandecer la procesión más importante del año. En primer lugar, dando facilidades al resto de la sociedad jerezana al cambiar la hora del Pontifical, y ponerlo de mañana pese a la costumbre que habla de Corpus vespertino en Jerez. Y también, con la hora de comienzo de la Eucaristía, algo tardía pero que facilitaba a todos la asistencia tras una larga noche de celebración.
Y aunque en menor medida que otros años, el pueblo respondió, y los fieles abarrotaron la Catedral, que presentó un buen aspecto a la hora de comienzo de la Pontifical. La totalidad de los movimientos eclesiales se dieron cita a las once de la mañana en una Catedral que presentó graves problemas de sonido, ya que la homilía del obispo diocesano se escuchaba con dificultad en muchas partes del primer templo jerezano. En la homilía de Mazuelos se puso de manifiesto el nuevo estilo del prelado, más pausado que el anterior, quizá algo más reflexivo, pero con una cuidada preparación e improvisación que invita a pensar en una nueva etapa ciertamente productiva para una diócesis que está en claro ascenso.
Eran las doce de la mañana cuando la Cruz de Guía se puso en el dintel del primer templo jerezano. Una vez terminada la comunión, el portavoz del Consejo, José Luis Sánchez López, asumía la responsabilidad y ordenaba desde el presbiterio la cofradía, perfectamente organizada, entre otros, por los cofrades de la hermandad del Cristo de la Viga. La procesión cumplía con los horarios previstos en todos los controles horarios, e incluso adelantaba algunos minutos sobre el horario previsto.
Especialmente complicada de organizar fue, como siempre, la salida de la Santa Iglesia Catedral, debido a la especial ubicación de la misma y a los movimientos que se generan en el interior del templo mientras que la procesión está ya en la calle. Pero ni siquiera ahí se pudo observar algún problema en la dirección de cofradía, que en apenas dos horas consiguió poner el Corpus de nuevo en las naves de la Catedral, todo un acierto debido al extenuante calor que reinaba en la calle cuando, a las dos y media de la tarde, se recogía el Santísimo.
Una procesión por tanto donde todos pusieron lo mejor que tenían, y así lo supo valorar el prelado a la hora de dar las gracias. Lo mejor, para el Santísimo. Para lo más importante del cristiano.
(Artículo publicado en LA VOZ, el 15 de junio de 2009. Foto: Esteban)

No hay comentarios:

Publicar un comentario