COFRADEMANIA

domingo, 7 de junio de 2009

José Mazuelos tomó posesión de su cátedra en una brillante ceremonia

José Mazuelos Pérez ya es el obispo de Jerez. Pese a que desde el pasado 19 de marzo, festividad de San José, se sabía el nombre del nuevo prelado jerezano, no fue hasta la solemne Eucaristía de ayer en la Catedral cuando el sacerdote ursaonense tomó posesión de su cargo. Y lo hizo con una solemnidad y brillantez propias de una gran diócesis, algo que sin duda habrá que agradecer, y mucho, al obispo que ya se nos ha marchado tras nueve años entre nosotros, Juan del Río Martín.
«Sé que no parto de cero: tengo el sendero bien marcado por mis predecesores». Con estas palabras, el nuevo obispo reconocía la impagable labor que el arzobispo castrense ha realizado en nuestra diócesis, aunque desde su llegada Mazuelos ha querido que se note su nueva impronta. Así, ha sorprendido, y mucho, que sea el canónigo ceremonial de la Catedral de Sevilla el encargado de todo el protocolo de la toma de posesión, tarea antes reservada al deán de la Catedral jerezana, José Luis Repeto. La Eucaristía estuvo presidida por el cardenal de Sevilla, Carlos Amigo, el arzobispo castrense y hasta ayer administrador apostólico de la diócesis de Asidonia-Jerez, Juan del Río, el Nuncio de Su Santidad en España, Monseñor Monteiro de Castro y el cardenal arzobispo de Bogotá, Pedro Rubianes.
En la primera parte de la toma de posesión José Mazuelos permaneció ausente del presbiterio, rodeado de su familia que le acompañaba en las primeras filas de la nave principal de la Santa Iglesia Catedral, dejando el peso de la ceremonia al resto de obispos que se habían dado cita en la seo jerezana. Destacaban el arzobispo coadjutor de Sevilla, Juan José Asenjo, así como el resto de obispos andaluces y el secretario de la Conferencia Episcopal Española, Martínez Camino, a los que acompañaron más de doscientos concelebrantes de las diócesis de Asidonia-Jerez y Sevilla.
Fue tras la lectura del Evangelio por parte del diácono cuando comenzó la ordenación de José Mazuelos como obispo de Jerez, en una de los ritos más hermosos que la liturgia sigue ofreciendo en la Eucaristía. El Cardenal de Sevilla mandó leer el mandato apostólico y aprovechó su homilía para hablar de los gozos y las cargas que conlleva el ministerio del sacerdocio, y más concretamente, el episcopado.
Tras las promesas del elegido, una fórmula similar a la de los matrimonios, y la súplica litánica, donde Mazuelos se postró en el suelo, llegó el momento central de la ceremonia. El cardenal de Sevilla impuso las manos sobre el que ya es nuevo obispo, y tras él, lo hicieron con solemnidad el resto de obispos presentes, momentos antes de cubrir con la Palabra de Dios la cabeza de Mazuelos en la plegaria de la ordenación. Una vez consagrado como obispo, el sacerdote recibió el anillo, el báculo y la mitra que le acompañarán ya hasta el fin de su ministerio y entre los aplausos de los fieles tomó posesión de la cátedra de la Santa Iglesia Catedral.
Eran las doce y media de la mañana, una hora y media de celebración había transcurrido, y desde ahí hasta el final de la Eucaristía sería Mazuelos el encargado de presidir la celebración. Era la primera toma de contacto con su diócesis, que descubrió que la juventud de su nuevo obispo no está reñida con la solemnidad y la elegancia, ya que desde el primer momento Mazuelos demostró estar sobradamente preparado para su nueva misión. Cantó la misa casi en su totalidad, símbolo inequívoco de la grandeza del acto, perfectamente ayudado por una Coral Catedralicia que demostró, una vez más, estar a una altura impensable para la Catedral jerezana. Un auténtico lujo el que tiene la Catedral de Jerez gracias a la soberba dirección de Angel Hortas, que manda con sutileza tanto la música como las voces de un conjunto musical que eleva la grandiosidad de las ceremonias de la seo jerezana.
Un brillante ordenación episcopal que superó las dos horas y media de duración y que ha marcado el inicio de una nueva etapa en la diócesis jerezana. Nuevos aires mandados por el báculo del presbítero José Mazuelos Pérez, el que desde ayer es nuevo obispo de Asidonia-Jerez, y que ha conocido de primera mano el cariño que esta ciudad demuestra a su jerarquia eclesiástica.
(Artículo publicado en LA VOZ, el 07 de junio de 2009. Foto: Esteban)

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