
Hoy es el día en que todos debemos darnos la mano, y acudir humildes a adorar en los pesebres cotidianos a los que nacen sin nada, a los que viven sin nadie. Es día de felicidad en familia, pero también de acordarse del que la perdió. Es sin duda una jornada en la que todos debemos ser partícipes de esta gran fiesta que es la Natividad de Cristo, y que celebraremos hasta el próximo seis de enero.
Por tanto, para todos sin excepión, Feliz Navidad. Que el alumbramiento de Jesús, el Cristo Resucitado, remueva nuestros corazones y nos acerque a un nuevo año cargado de felicidad, amor y salud.
Vamos a Belén, que cuentan que ha nacido una luz capaz de iluminar al Mundo... ¿Nos la vamos a perder?
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