COFRADEMANIA

domingo, 26 de abril de 2009

Cuestión de talante, Manolo


Vaya por delante mi admiración, en el sentido más amplio de la palabra, por Manuel Muñoz Natera. Mi admiración por muchos motivos, porque virtudes tiene, y bastantes. A su arrojo y valentía habituales, une un dominio de las distancias cortas que le hace gran dominador de ciertas situaciones. Además, su estilo directo y sincero es más que evidente que llega a la gente.
Y sin embargo, es también obvio que no pasa la legislatura de Manolo por buen momento, y quizá sea bueno que él mismo lo vea para saber poner remedio. Porque recursos y habilidad para ello, los tiene. Sin embargo, la Semana Santa de 2009 ha dejado muy debilitado a un Consejo que parecía infranqueable hace escasos meses, debido en mi humilde opinión a las formas. Principalmente, al talante, al estilo...
De un tiempo a esta parte se está cuestionando incluso la gestión del dinero para Caridad que se hace desde el Consejo, o la ubicación de los palcos en la Carrera Oficial. También está en entredicho la actitud, siempre a la defensiva, del presidente hacia el gobierno municipal, en un constante enfrentamiento que no beneficia absolutamente a nadie. Y podría seguir enumerando los problemas que el bueno de Manolo Muñoz Natera debe solventar, y en breve plazo.
Porque lo último, lo que no ha gustado absolutamente nada a nadie, es la actitud del Consejo esta pasada Semana Santa, aunque es un problema que viene coleando desde hace meses. No creo que nadie, y repito, nadie, deba dirigirse a un nazareno que está realizando su estación de penitencia. No creo que nadie del Consejo deba recordarle a nadie su horario e itinerario, o las horas que tiene de paso. Para eso no está el Consejo, o al menos, así lo creo yo.
El Consejo está para ayudar a las cofradías en cualquier cosa que necesiten en su estación de penitencia, no para imponerle criterios, obligaciones o recorridos. Por tanto, el silencio del diputado de cruz de la hermandad de la Defensión es más que admirable, así como la paciencia demostrada si se comprueba que fue insultado por un consejero.
Pero claro, como por nada de esto se pidió disculpas, el problema se ha agravado, ya que la hermandad de la Defensión ha solicitado por escrito la dimisión o el cese inmediato de ese consejero. Y a mi entender, si no media la disculpa inmediata de quien corresponda, hace bien la hermandad en pedirlo.
Como hacen bien el resto de hermanos mayores en quejarse de esa actitud del Consejo, que también sufrieron otras cofradías como el Prendimiento o la Soledad este año, o la Coronación el año pasado, cuando el propio presidente se dirigió al hermano mayor instándole a meter la cofradía en Carrera Oficial a la mayor brevedad posible.
Que no, Manuel, hazme caso. Que para eso no está el Consejo. Que está para ayudar a las hermandades, no para imponerles nada. No debe jamás olvidar un presidente que ha sido votado por las hermandades de la ciudad, por lo que las representa. Siempre, y en todos los ámbitos. Por tanto, si se denuncia la actitud de un párroco con una hermandad determinada, tu misión es estar al lado de la hermandad que reclama tu ayuda. Si te piden las cuentas desglosadas, tu labor es hacerlo sin dilación...
Vienen tiempos difíciles para el Consejo, no hay quien dude ya esto con los hermanos mayores haciendo quinielas en los bares sobre el número de votos necesarios para una moción de censura o para cambiar de nuevo la Carrera Oficial, esa que no gusta a casi nadie pero que todo el mundo luego apoya. Vienen tiempos difíciles, decía, y necesitamos de un presidente sereno, confiado y con criterio. Y si escribo esto, es porque todavía confío en que Manuel Muñoz Natera sepa reconducir una nave que ahora mismo parece a la deriva.
(Artículo publicado en LA VOZ, el 26 de abril de 2009. Foto: www.latrabajadera.com)

1 comentario:

  1. No creo que entienda este articulo, pensará que es una agresión a su formade pensar y hacer las cosas. Felicidades

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