COFRADEMANIA

martes, 11 de agosto de 2009

La restauración del palio es un objetivo fundamental

Doce años al frente del Prendimiento. Doce años en primera línea de batalla gracias a su puesto de teniente hermano mayor. Sin duda, es el momento de Javier Soria para suceder en el cargo a Antonio Medrano, y aquí nos cuenta sus proyectos e inquietudes para los próximos cuatro años una vez confirmada su candidatura en la hermandad del Miércoles Santo.
-Para quien aún no le conozca. ¿Quién es Javier Soria?
-Soy un cofrade de cuarenta y tres años, hijo y nieto de vecinos del Barrio de Santiago, que un día se sintió atraído por la imagen del Señor del Prendimiento.
-¿Cuántos años tiene de experiencia en Junta de Gobierno?
-Durante muchísimos años he colaborado con distintas Juntas de Gobierno, fundamentalmente en las áreas de Juventud y Mayordomía, pero oficialmente he pertenecido a tres. Exactamente llevo doce años como Teniente de Hermano Mayor.
-¿Qué podría decir de su antecesor en el cargo, Antonio Medrano?
-Que ha colocado el listón muy arriba. Su desvelo, honradez y muchísimo trabajo han proporcionado a la Hermandad grandes logros que quedarán para siempre. Ha desbordado todas las previsiones. La historia le situará entre los cofrades del Prendimiento ilustres.
-¿Es la hermandad del Prendimiento tan convulsa como aparenta?
-Para nada. La del Prendimiento es una hermandad antigua, popular y muy heterogénea, en ella confluyen personas de muy diversa procedencia. El Barrio de Santiago ejerce su influjo en todo lo relacionado con la entidad. Todo esto conforma un escenario complejo que hace que cualquier decisión o iniciativa requiera más tiempo para madurar y salir adelante.
-Sin embargo, la sensación de desunión, de fractura en pequeños grupos o peñas, es latente...
-¿Una hermandad dividida llegaría al Cabildo de elecciones con candidatura única? Creo que vivimos un buen momento. Hay muy buen ambiente dentro de la cofradía.
-¿Qué ofrece Javier Soria a la hermandad del Prendimiento?
-Trabajo e ilusión.
-¿Y el Prendimiento a usted?
-Cristo al comienzo de su vida pública elige a los doce. Con ello nos enseña que el cristianismo hay que vivirlo en comunidad, no es posible vivir la fe individualmente. La hermandad me ofrece la posibilidad de vivir mi fe en comunidad. Lo cual no es poco.
-¿Como será la Junta de Gobierno que ha conformado?
-La composición del equipo de trabajo que vamos a formar no la tengo definitivamente decidida. Será complicado porque, gracias a Dios, me acompañan en la candidatura cofrades de gran valía y, además, superan el número máximo de miembros de la Junta de Gobierno permitido por nuestras reglas, aunque de mi confianza en la juventud dará buena cuenta la composición de la propia Junta de Gobierno, Tendrá un peso específico en la gestión diaria de la cofradía.
-¿Cuáles son los objetivos para los próximos cuatro años?
-Entiendo que se abre un nuevo tiempo en la corporación. En esta nueva etapa debemos procurar un mayor aperturismo a los hermanos, al barrio y a la sociedad en general. Vamos a trabajar para aumentar la oferta formativa a todos los niveles, de tal modo que los hermanos puedan satisfacer sus necesidades de formación permanente. Queremos introducir reformas en el campo litúrgico, hacer nuestras celebraciones más participativas. Aprovechando las posibilidades que ofrece la Capilla del Asilo de San José, pretendemos fomentar la oración en el seno de la hermandad. Estrechar lazos con el tejido social del Barrio de Santiago y con las entidades del mismo. En el terreno material, como objetivo fundamental, tenemos por delante la restauración del paso de palio de María Santísima del Desamparo, joya de nuestra Semana Santa.
-¿Es necesario cambiar algo de la imagen de la cofradía?
-Estimo que la cofradía ha mejorado mucho estos años, lo cual no es fruto de la casualidad, sino del ímprobo trabajo de un gran equipo, pero todo es susceptible de mejorarse. Se producirán los cambios que la Junta de Gobierno y el Cabildo de la hermandad consideren.
-Recuperar el tiempo perdido el año pasado en la calle pone sobre la mesa la pregunta de si al Prendimiento le sobra tiempo en su estación de penitencia...
-El incidente del olivo nos hizo perder un tiempo que pudimos recuperar gracias al esfuerzo de toda la cofradía, pero ese ritmo no es asumible con carácter ordinario.
-¿Es tan grande la imagen del Prendimiento? ¿No está infrautilizada?
-La imagen del Señor es un paradigma de cuanto se recoge en el Concilio Vaticano II en relación a la función que las imágenes desempeñan en nuestra Iglesia. Con el traslado de la hermandad a la capilla -cuya situación es más estratégica y en la que el horario de apertura es superior al de la parroquia- se ha podido comprobar un muy considerable aumento de visitas a las sagradas imágenes.
-¿Le preocupa alcanzar el quórum necesario en el cabildo?
-Los hermanos del Prendimiento, en estos años, han dado muestras más que suficientes de madurez y responsabilidad, y el Cabildo de Elecciones no va a ser una excepción. Por consiguiente, aunque la cifra es importante, confío en que la alcanzaremos.
-Parece como si la rehabilitación de Santiago hubiera cogido a contrapie a la hermandad... ¿Qué más puede hacer la hermandad por su parroquia y sede canónica?
-La solución al problema del templo es multimillonaria y se está consiguiendo gracias a la voluntad de las Administraciones Públicas.
-¿Volverá la hermandad a la parroquia si está usted en el cargo, o prefiere quedarse en la Capilla del Asilo de San José como sede propia?
-La hermandad se fundó hace casi cuatro siglos en la Parroquia de Santiago, su sede canónica desde entonces. En la actualidad, accidentalmente, nos encontramos en la Capilla del Asilo de San José, ambas sedes ofrecen ventajas e inconvenientes. Lo que hará la Hermandad cuando se reabra la parroquia lo decidirá el órgano que tiene competencia para ello, es decir, su Cabildo General. Por supuesto con el refrendo de nuestro Prelado.
(Entrevista publicado en LA VOZ, el 09 de agosto de 2009. Foto: Cristóbal)

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