La Paz no saldrá en su palio hasta la Fundación

Nuestra Señora de la Paz en su Mayor Aflicción irá hasta la nueva sede de la Fundación Paz y Aflicción en octubre, pero no lo hará en su paso de palio. Esa es la principal novedad en el programa de actos que se presentó anoche en la Capilla de los Desamparados, ya que el resto de actividades, incluido el besamanos extraordinario el ocho de diciembre, han sido aprobados por la delegación diocesana de hermandades y cofradías.

En el seno de la corporación albergaban la esperanza de que el prelado de la ciudad, José Mazuelos, aprobara la salida extraordinaria de la dolorosa en su paso de palio y con música ya que consideraban suficientemente importantes los motivos presentados en el obispado, pero según confirmó ayer a este medio Javier Lucena, hermano mayor de la corporación del Domingo de Ramos, «todos los actos han sido aprobados, incluso la salida extraordinaria de nuestra dolorosa, pero condicionada. Iremos en parihuela hasta la nueva sede de la Fundación, tendremos un acto litúrgico allí el sábado, y volveremos de la misma forma hasta nuestro templo el domingo». Se pone punto y final a las especulaciones que ha habido esta semana, desde que se hizo el Cabildo y se aprobó solicitar los actos al Obispado hasta la decisión final de Bertematti.

Conviene recordar que lo que aprueban las hermandades no es la salida extraordinaria de sus imágenes, sino la solicitud de la misma mediante referéndum de sus hermanos en Cabildo.

Las próximas actividades que realizará la cofradía la llevarán hasta Villaluenga del Rosario, donde está la anterior titular de la hermandad, el próximo domingo. Posteriormente habrá un ciclo de conferencias y mesas redondas sobre los sesenta años de historia de la dolorosa en la cofradía. Sin embargo, la parte central de los actos se desarrollará en octubre, ya que el 22 será el traslado de la dolorosa hasta el Polígono, y al día siguiente regresará a la Capilla de los Desamparados, con bendición de azulejos conmemorativos en ambas ocasiones.
(Artículo publicado en LA VOZ, el 30 de enero de 2010.)